El congreso reunió a investigadores suizos y españoles con hijos del exilio en el entorno privilegiado de la sede de Naciones Unidas, que acogió el patrimonio evacuado del Museo del Prado bajo los bombardeos.
Entre todas las exposiciones, mesas redondas, visitas culturales y congresos que desde la Universidad Nacional de Educación a Distancia y la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales se están realizando con motivo del 70 aniversario del exilio del 39, tras la caída del gobierno de la república en España y el triunfo del golpe de estado franquista, el que tuvo lugar en la sede de Naciones Unidas en Ginebra el pasado 2 de Octubre, lucía un simbolismo especial.
Bajo la coordinación de la profesora Alicia Alted, y tras las visitas a París y otros lugares emblemáticos del sur de Francia, como el campo de concentración de Argèles o la Maternidad de Elne, el tercer punto de encuentro de este programa se estableció en Suiza.
En la mañana del día 2 de Octubre, los investigadores Mauro Cerutti, Sebastian Farré y Daniel Palmieri (Ginebra) abrían la jornada con la actualidad en la investigación académica acerca de nuevas fuentes, interpretaciones y debates de última hora entre los historiadores expertos en este periodo de nuestra historia. Después vendría el turno de los testimonios directos de las personas cuya vida se ha visto determinada por este golpe de estado y el enorme proceso de destierro que provocó: son los hijos e hijas del exilio. Mariana Aguilar, presidenta del centro “Rosa Otoñal” de Ginebra, Julián de Zulueta (hijo de Luis Zulueta, ministro de la República) y José Tarradellas (hijo del Presidente de la Generalitat en el exilio) expusieron en sendos relatos cargados de emotividad una visión personal de sus infancias en tierras extranjeras, desplazados a causa de una guerra.
El profesor Colorado ilustró en imágenes los resultados de su investigación.
Mariana Aguilar, quien llegó a Ginebra con otros 50 niños, atestigua que según su experiencia "Suiza puso todos los impedimentos habidos y por haber para evitar que viniéramos”, mientras que tanto Tarradellas como Zulueta aseguraron haber vivido una infancia privilegiada gracias a los contactos políticos de sus padres. Confirman así con su testimonio la perspectiva expuesta por el profesor Farré, de que debería hablarse de exilios en plural porque hubo procesos muy diferentes según la procedencia de los refugiados.
Pero el momento más emotivo de la jornada tendría lugar en la tarde, cuando el escritor y profesor de la Universidad Complutense, Arturo Colorado, expuso en la Sala Francisco de Vitoria del Palacio de Naciones Unidas su investigación acerca de otro exilio, el que vivieron los cuadros del Museo del Prado cuando la república organizó su traslado urgente hacia Ginebra para salvarlos de los bombardeos del bando fascista.
Para Arturo supuso “una enorme satisfacción personal” poder exponer el resultado de su investigación en la abarrotada sala en la que sesiona habitualmente la Conferencia de la ONU para el Desarme, con más de 500 plazas ocupadas, bajo la mirada de los frescos de José María Sert.
El encuentro finalizó bajo la bóveda creada por el pintor mallorquín Miquel Barceló para ambientar otra sala, la de la Alianza de Civilizaciones, donde se ofreció ante unos 400 participantes, la mayoría estudiantes de español de varios institutos en Ginebra, el visionado del documental que, guionizado por el profesor Colorado, relata las peripecias sufridas por los goyas, los velázquez, y los grecos de El Prado durante milagrosa odisea en que se libraron de las bombas de la guerra civil española y la segunda guerra mundial.
Solo para medios:
Si eres periodista y quieres el contacto con los investigadores, regístrate en SINC como periodista.