El colectivo de investigadores creció entre 2000 y 2006 en la Unión Europea, que cada vez atrae a más científicos extranjeros y a inversiones en I+D privadas procedentes de EE UU, pero se constata un estancamiento entorno al 1,84% en la intensidad de su I+D (gasto en I+D expresado como % del PIB). Así lo reflejan los datos del informe 2008 sobre las cifras clave sobre Ciencia, Tecnología y Competitividad (CT&C), hecho público hoy por la Comisión Europea.
En el informe, que por primera vez ofrece una panorámica de los avances desde 2000 hasta 2006 de la inversión en I+D en la UE y en la implantación del Espacio Europeo de Investigación (EEI), se señala que el estancamiento en la I+D está haciendo mella en la ambición de la Unión Europea de convertirse en una sociedad basada en el conocimiento competitiva a escala mundial. Pese a la mayor inversión en investigación por parte de muchos estados miembros y a la mejora de la eficiencia de sus sistemas de investigación, la UE dista todavía mucho de alcanzar el objetivo que se fijó en Lisboa de invertir el 3% del PIB en I+D, situándose en los últimos años en una media del 1,84%.
El bajo nivel continuado de inversión empresarial en I+D, unido a una estructura industrial en la Unión Europea con un sector de alta tecnología más pequeño que en EE UU, dificulta sus avances en el viejo continente. El Cuadro Europeo de Indicadores de Innovación para 2008 publicado paralelamente proporciona resultados detallados de la evolución de la innovación en la UE. Ambos informes demuestran que la UE debe cambiar su estructura industrial, prepararse para la innovación y garantizar un mayor y mejor uso de la I+D.
En relación a estos informes, el Comisario Europeo de Ciencia e Investigación, Janez Potocnik, y el Vicepresidente de la Comisión, Günter Verheugen, responsable de Empresa e Industria, han declarado que en tiempos de crisis “no es oportuno interrumpir ni las inversiones en investigación ni la innovación, ya que son esenciales si Europa quiere salir más fortalecida de la crisis económica y desea afrontar los desafíos del cambio climático y de la globalización”.
“La UE cuenta con muchos activos, en especial un Espacio Europeo de Investigación cada vez más atractivo y con unos resultados cada vez mejores en innovación, pero queda bastante por hacer, sobre todo por lo que se refiere a la inversión de las empresas, que es relativamente baja”, han comentado, además de indicar que las iniciativas de la Comisión para mejorar la eficiencia de la investigación de la UE, fomentar la innovación y desarrollar unos mercados de la alta tecnología “llevan a la UE por buen camino".
Investigación como ventaja competitiva
Entre las principales conclusiones del informe CT&C de 2008 se destaca, en primer lugar, que la investigación es una ventaja competitiva clave en un mundo globalizado. Han aparecido, sobre todo en Asia, destacados operadores en C&T (Ciencia y Tecnología), pero los conocimientos están repartidos de manera cada vez más uniforme, correspondiendo a la UE en la actualidad una cuota menor del 25%. Se propone que el EEI debería llegar a ser más atractivo, abierto y competitivo a escala mundial.
El estudio indica que, aunque la intensidad de I+D global en la UE está estancándose, este dato oculta diferencias entre países. Todos los estados miembros de la UE han aumentado de 2000 a 2006 su gasto en I+D, lo que demuestra su compromiso con la estrategia de Lisboa. Sin embargo, el PIB ha experimentado la misma tasa de crecimiento durante ese período, lo que supone que la intensidad de I+D se ha mantenido en torno al 1,84% desde 2005.
Entre 2000 y 2006, 17 estados miembros, principalmente los que estaban rezagados, han aumentado su intensidad de I+D, mientras que en 10 estados miembros, que representan el 47% del PIB de la UE, se han registrado caídas de sus intensidades de I+D. Japón ha incrementado su intensidad de I+D desde el 3,04% hasta el 3,39%, Corea del 2,39% al 3,23% y China está recuperando rápidamente el terreno perdido, con un alza desde el 0,90% hasta el 1,42%.
Necesidad de aumentar la I+D empresarial
Otra de las conclusiones alerta sobre la “demasiado baja” intensidad de la inversión del sector privado. La principal razón de la brecha en intensidad de I+D entre la UE y sus competidores radica en la diferencia en la financiación de la I+D por parte del sector empresarial, que ha descendido en la UE de 2000 a 2005, mientras que ha aumentado considerablemente en EE UU, Japón y China. Este hecho se debe, en gran medida, a la menor dimensión que tiene en la UE la industria de alta tecnología intensiva en investigación.
El fortalecimiento de la economía intensiva en conocimiento requiere cambios estructurales en pos de mayores intensidades de I+D en los sectores y una mayor proporción de sectores de alta tecnología dentro de la economía de la UE. Para esto se exige unas condiciones marco que favorezcan el desarrollo de pymes del alta tecnología y rápido crecimiento, el desarrollo en Europa de mercados propicios a la innovación y un acceso más barato a la obtención de patentes en el ámbito de la UE.
Respecto a la excelencia en la investigación, el informe indica que existe un colectivo creciente de investigadores, pero que la capacidad de explotación de los conocimientos todavía es menor que la de sus competidores. El número de científicos ha crecido en la UE desde 2000 el doble de rápido que en EE UU y Japón, si bien la proporción de investigadores dentro de la población activa todavía es menor. En cuanto al impacto de la investigación, la UE sigue siendo el mayor productor mundial de conocimientos científicos (medidos por publicaciones), aunque su contribución a las publicaciones de gran impacto es menor que en EE UU.
Finalmente, el estudio destaca una mayor capacidad de atracción de inversiones y profesionales de C&T extranjeros. La UE ha estado atrayendo una cuota creciente de las inversiones privadas en I+D procedentes de EE UU, pese al ascenso de Asia como nuevo polo de investigación y desarrollo. En 2005, empresas filiales de compañías estadounidenses realizaron el 62,5% de sus inversiones en I+D en la UE y tan sólo un 3,3% in China. También ha estado atrayendo un número creciente de profesionales de C&T procedentes de países terceros.