El director del Museo de los Dinosaurios de Salas de los Infantes (Burgos), Fidel Torcida, ha destacado esta mañana en la capital burgalesa que la riqueza en yacimientos de esta zona de la provincia invita a pensar en que “en un futuro próximo, se puedan identificar nuevas especies de dinosaurios”. La campaña de excavaciones de este verano comenzará en los próximos días y se prolongará hasta octubre.
Torcida ha recordado que “el Colectivo Arqueológico de Salas de los Infantes tiene más de 250 yacimientos inventariados, desde que realizó un estudio encargado por la Junta de Castilla y León”, pero este número va creciendo en la zona salense “ya que cada vez aparecen más yacimientos que no estaban localizados y que los propios habitantes van encontrando”. Así, el director del Museo de Dinosaurios ha insistido en la riqueza de icnitas y restos de dinosaurios que “ya tienen una relevancia internacional”.
El director del Museo de Dinosaurios ha adelantado que, en esta edición, “se estudiarán tres yacimientos fundamentalmente. Por una parte, los trabajos continuarán en La Tejera cerca de la zona de Barbadillo del Mercado, en el que el año pasado se recuperó un hueso de un Iguanodon, que corría peligro de destrucción por la acción de las aguas de arroyada. El segundo en el que se acometerán actuaciones de excavación en verano de 2008 será el de Vallazmorra, cerca del municipio burgalés de Hortezuelos. En este lugar, “aparecieron huesos fosilizados de la pata de un dinosaurio de tamaño medio”. Y, por último, el nuevo yacimiento en el que se empleará el equipo de excavaciones de este año será también cerca de Barbadillo del Mercado, El Tallar, “en el que aparece un hueso bastante grande en la superficie que está siendo erosionado y a ver si podemos rescatarlo”. Según la información obtenida por el Colectivo Arqueológico Salense, se trata de la extremidad de un ejemplar de gran tamaño y podría presagiar la aparición de más piezas del esqueleto de este animal.
Para esta campaña de excavaciones, el director del Museo de Salas de los Infantes ha anunciado que es posible que entre las nuevas especies que esperan encontrar se localicen los restos de un Rebaquisáurido, un gran dinosaurio herbívoro "con unas vértebras peculiares que lo convierten en único". En 2007, se encontró un fémur de 120 centímetros. Torcida ha explicado que parece tratarse de restos de un Iguanodóntido procedente del yacimiento de La Tejera y que debieron pertenecer a un individuo herbívoro de unos 9 metros de longitud y 7 toneladas de peso.
Torcida ha destacado que “el interés científico es grande”. Diez personas del Colectivo Arqueológico Salense, apoyados por voluntarios e investigadores de la Universidad Complutense de Madrid y de la Universidad de la Rioja, entre otros, a partir de los próximos días, trabajarán en el yacimiento de La Tejera, aunque también van a realizar algunos trabajos en la zona de Vallazmorra, en Santo Domingo de Silos.
La campaña de excavaciones de 2008 es la séptima que se realiza en la zona, donde hay también un yacimiento, el Costalomo, con más de 300 huellas de dinosaurios y parte de un esqueleto, la cola y la cadera articuladas, de un dinosaurio Saurópodo gigante. Así, después de seis campañas de trabajo en la comarca salense, se han estudiado ocho términos municipales (1.524 kilómetros): Araúzo de Miel, Covarrubias, Espinosa de Cervera, Quintanilla del Coco, Retuerta, Santibáñez del Val y Tejada, además de dos terrenos comunales pertenecientes a varios municipios, en las que se ha demostrado que esta zona burgalesa es un territorio fértil en yacimientos paleontológicos con restos fósiles importantes, ya que se han registrado más de 250 en estos años de trabajo.
Los fragmentos de Teodomiro de Iria Flavia, cuya existencia fue cuestionada hasta la segunda mitad del siglo XX, han sido verificados por un equipo internacional usando tecnologías avanzadas como el carbono 14. Este hallazgo resuelve la controversia científica, aunque no pone fin al debate religioso o político.
El descubrimiento realizado durante la campaña de excavación en una casa lujosa cercana al anfiteatro de Mérida refuerza la hipótesis de que hace al menos 18 siglos la domus pudo haber funcionado como una hospedería, similar a este tipo de alojamientos de la época en Pompeya.
