Entre 2001 y 2007, el 77,11 % del crecimiento de la población en España se debe a la llegada de la población extranjera. Madrid y Barcelona son las ciudades donde más ha crecido el porcentaje de inmigración. Ahora Valencia y Zaragoza son las metrópolis emergentes en población inmigrante. Así lo constatan los primeros resultados de varios estudios del Centro de Política del Suelo y Valoraciones de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC).
La inmigración extracomunitaria en España es, actualmente, un fenómeno de cambio social sin precedentes que está transformando el mapa social de las ciudades desde el punto de vista urbano. Las ciudades de Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Málaga, Bilbao y Zaragoza son las principales áreas metropolitanas de España donde la población inmigrante se ha asentado, entre los años 2001 y 2007. Estas ciudades han absorbido el 40 % de los tres millones de inmigrantes que han llegado a España en el período mencionado.
Mientras que en 2001 en España había casi medio millón de hogares con población extranjera (3,5 % del total), en 2011 se podría plantear la hipótesis que el número de hogares extranjeros llegara a superar el millón, si continúa el flujo de inmigración; por lo cual, se prevé que en el futuro inmediato este colectivo representará el principal componente de la demanda de vivienda de primera residencia en España.
Este fenómeno tiene un impacto muy importante no sólo en el ámbito social, sino también en el urbano, laboral, económico y político.
En este contexto, el Centro de Política del Suelo y Valoraciones (CPSV) de la UPC, ubicado en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona, ha analizado mediante diferentes estudios la transformación de las ciudades desde dos vertientes: la localización residencial de inmigrantes extracomunitarios en las grandes metrópolis españolas y el cambio social que se produce debido a la llegada masiva de este colectivo a las ciudades.
Asimismo, el fenómeno inmigratorio se ha analizado desde el punto de vista del acceso al mercado laboral, de la formación de hogares y del acceso a la vivienda.
Estos estudios constituyen una nueva línea de investigación encaminada al estudio de la inmigración, la vivienda y la ciudad en sus múltiples dimensiones, que ha llevado al CPSV a iniciar uno proyecto global para el Ministerio de Educación y Ciencia, titulado Inmigración y vivienda: el proceso de integración desde el análisis y la prospectiva de la formación de hogares y su acceso a la vivienda.
Una aproximación a las siete áreas metropolitanas españolas, y dirigido por Pilar García Almirall, subdirectora del CPSV. Una parte importante de esta investigación es fruto de la tesis doctoral de Arkaitz Fullaondo y del trabajo de Agustín Frizzera. Además, un grupo de investigadores de la Universidad Complutense de Madrid también ha participado en los trabajos de investigación.
El propósito de los estudios del CPSV es sugerir a las administraciones públicas y a los actores sociales criterios de actuación para afrontar las necesidades y carencias relacionadas con la problemática vinculada a la vivienda de los inmigrantes. Los estudios que realizan tanto el CPSV como las administraciones en el campo de la inmigración y la ciudad hablan de zonas de bajo nivel socioeconómico y con riesgo de exclusión social, y evitan el uso de términos como gueto o ámbito de segregación.
Impacto demográfico
Uno de los impactos más grandes de este flujo de inmigración ha sido el crecimiento demográfico del país. Entre 2001 y 2007, el 77,11 % del crecimiento de la población se debe a la llegada de la población extranjera, frente al 22,89 % del peso que tiene la población de nacionalidad española en esta evolución. Barcelona y Zaragoza son los casos más extremos, con un crecimiento, gracias a la inmigración, superior al 90 %; les siguen Madrid y Valencia, con un porcentaje superior al 80 %, mientras que en los casos de Sevilla y Málaga es menor del 60 %.
Del total de la población extranjera, el 4,6 % procede de países asiáticos; el 36,26 %, de países latinoamericanos; el 16,32 %, de países africanos; y el 42,77 %, de países europeos. En los estudios del CPSV se constata que los flujos migratorios procedentes de Asia y Latinoamérica se asientan en las grandes metrópolis. Contrariamente, los flujos europeos se asientan en Málaga. El flujo africano tiene tendencia a concentrarse en Barcelona, Sevilla, Málaga y Zaragoza.
Aunque las grandes ciudades metropolitanas tienden a absorber el mayor número de inmigrantes, los estudios del CPSV también constatan que, con el paso del tiempo y debido a varios factores, se pueden generar tendencias descentralizadoras hacia las periferias metropolitanas.
En Sevilla, Málaga y Zaragoza, la distribución de la población extranjera se ha centralizado; en Barcelona y Bilbao se ha producido una descentralización contenida, y en Madrid y Valencia se ha descentralizado hacia las ciudades grandes y medianas, respectivamente, del sistema metropolitano (del continuo urbano).
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Más información sobre:
· Asentamiento por nacionalidades de procedencia
· El caso del Àrea Metropolitana de Barcelona, con datos de Barcelona ciudad y de la periferia urbana
· Causas de la inmigración y trayectoria residencial
· Metodología de investigación
· Tablas, anexos y mapas
En la siguiente documentación:
Dossier completo con más información, tablas y mapas [pdf]
Resumen trabajos CPSV [pdf]
Presentación Inmigración y Vivienda [pdf]
Enlaces de interés:
Centro de Política del Suelo y Valoraciones (CPSV) de la UPC