Operación pionera

Alargar el duodeno en niños que no tienen intestino delgado puede evitar el trasplante

El equipo del Servicio de Cirugía Pediátrica del Hospital Maternoinfantil Vall d’Hebron ya ha realizado tres intervenciones con una nueva técnica para alargar el duodeno en niños que no tienen intestino delgado. Los expertos esperan que se pueda disminuir la necesidad de que estos pacientes se tengan que someter a un trasplante intestinal. La técnica se publicará en la revista Journal of Pediatric Surgery.

Alargar el duodeno en niños que no tienen intestino delgado puede evitar el trasplante
María Isabel Moreno, Susana Redecillas, Alex Curero, Javier Bueno, Álex Gil, Yolanda Burgos e Isidoro Gil. / Hospital Universitario Vall d'Hebron

El equipo de Cirugía Digestiva y Trasplantes del Servicio de Cirugía Pediátrica del Hospital Maternoinfantil Vall d’Hebron, liderado por Javier Bueno, ha realizado la primera intervención descrita en el mundo para alargar el duodeno de un niño de 7 años con un intestino corto extremo. El síndrome del intestino corto es una enfermedad que consiste en la pérdida de un gran segmento del intestino delgado por catástrofes intestinales.

Estos niños no pueden absorber de forma adecuada los alimentos y, por este motivo, deben estar conectados de forma permanente a un dispositivo que les va suministrando el alimento por vena, para suplir sus carencias nutricionales. Esta nutrición artificial puede generar muchas complicaciones, ya sean hepáticas, infecciosas, etc. y, a largo plazo, acaban siendo candidatos a un trasplante intestinal.

Hasta ahora se habían descrito dos técnicas quirúrgicas para alargar el intestino, pero ninguna de ellas utilizaba el duodeno como una parte del mismo

Àlex ingresó en el Hospital Maternoinfantil Vall d’Hebron al mes de vida con una torsión del intestino delgado que le estaba cortando el riego sanguíneo y que le provocaba una necrosis intestinal. Requirió hasta 18 intervenciones quirúrgicas para ir extirpando las partes del intestino que le dejaban de funcionar, de forma que perdió todo el intestino delgado excepto el duodeno y una parte del intestino grueso. Por este motivo, Àlex se había estado alimentando durante toda su vida de forma artificial y era un firme candidato al trasplante intestinal, con todos los riesgos que conlleva.

Hasta ahora se habían descrito dos técnicas quirúrgicas para alargar el intestino, pero ninguna de ellas utilizaba el duodeno como una parte del mismo, debido a que se trata de un segmento del intestino difícilmente abordable desde el punto de vista quirúrgico; por un lado, porque tiene una vascularización especial y, por otro, por su estrecha relación con el páncreas y los conductos biliares, que podrían resultar dañados como consecuencia de la intervención.

Las técnicas clásicas para alargar el intestino necesitan, para poder ser realizadas, como mínimo un segmento de intestino delgado que Àlex no tenía. A partir de ahora, esta nueva técnica se puede aplicar a pacientes con el síndrome del intestino corto y complementa al resto de técnicas ya descritas. Esto proporciona la posibilidad de añadir un segmento más de intestino que antes nunca se había utilizado e incrementa, aún más, la absorción de alimentos por parte del paciente y disminuye la necesidad de nutrición artificial. Ahora habrá que confirmar si con esta nueva técnica un porcentaje importante de niños con este problema podrá evitar el trasplante intestinal.

Una intervención pionera

Esta intervención pionera se ha realizado ya a tres pacientes pediátricos y se prevé que se puedan beneficiar un 40% de los niños que sufren este problema

La operación de Àlex se realizó en febrero de 2013 y un año después, sorprendentemente, solo con el alargamiento duodenal ya comía de forma autónoma, era capaz de prescindir de toda la nutrición artificial y no requería ningún dispositivo alimenticio extra. Se había evitado, así, el temido trasplante intestinal.

Esta intervención pionera, pendiente de ser publicada en el prestigioso Journal of Pediatric Surgery, se ha realizado ya a tres pacientes pediátricos y se prevé que se puedan beneficiar un 40% de los niños que sufren este problema.

La Unidad de Rehabilitación Intestinal del Hospital Maternoinfantil Vall d’Hebron está formada por un equipo multidisciplinario de profesionales que incluye gastroenterólogos pediátricos, nutricionistas, personal de enfermería, radiólogos intervencionistas y cirujanos pediátricos, entre otros. En los últimos 10 años ha seguido y tratado a más de 40 niños con fallos intestinales de diferentes orígenes, el 90% de los cuales ha conseguido alimentarse de forma autónoma. Nueve de estos pacientes se han sometido a técnicas de alargamiento intestinal, siete de los cuales hacen vida normal.

Fuente: Hospital Universitari Vall d'Hebron
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