Han pasado ya más de dos décadas desde aquel 8 de julio de 1994 en el que unos restos de homínido hallados en el nivel 6 de la Gran Dolina de Atapuerca pusieron patas arriba las teorías de la evolución humana, al adelantar medio millón de años el poblamiento del Viejo Continente. De ahí que comúnmente se conozca a la especie 'Homo antecessor' como el primer europeo.
Los restos encontrados en la Gran Dolina tienen unos 900.000 años pero en 2007 se halló parte de una mandíbula a la que se le atribuyen más de 1.200.000 años de antigüedad, pertenecientes a la misma especie. Se trata del europeo más antiguo de la historia encontrado hasta el momento.
Eran individuos altos, fuertes, con rostro de rasgos arcaicos y cerebro más pequeño que el del hombre actual. La mayoría alcanzarían una altura de entre 160 y 185 centímetros y un peso de entre 60 y 90 kilogramos.
En la actualidad, la validez de esta denominación como especie diferente es defendida por sus descubridores y otros expertos, que consideran que el Homo antecessor precede al Homo heidelbergensis y por tanto es también antepasado de los neandertales; sin embargo, parte de la comunidad científica la considera una simple denominación, no específica, para referirse a restos encontrados en Atapuerca, que ellos asignan al heidelbergensis o bien, la consideran una variedad de Homo erectus u Homo ergaster.
La respuesta seguramente descansa en los yacimientos de la Sierra de Atapuerca.