El 1 de julio de 1858, la Sociedad Linneana de Londres escuchó la lectura de una teoría de evolución de las especies por medio de la selección natural cuyos autores eran Charles Darwin y Alfred Russel Wallace. Había nacido la biología moderna.
Aunque los científicos de la época eran conscientes de que la evolución era un hecho, ya que el registro fósil mostraba evidencias de formas de vida que ya no existían, desconocían cómo se había producido.
Darwin había estado trabajando en su teoría desde 1837, poco después de su épico viaje en el Beagle. El naturalista no solo quería clasificar la variación prodigiosa que había observado, sino también explicar cómo se había originado.
Todavía estaba trabajando en su obra magna, cuando en junio de 1858 recibió una carta de un naturalista inglés joven e impetuoso, Wallace, que apenas escribió un documento resumen sobre el proceso de selección natural y lo envió a Darwin, pidiéndole remitirlo para su publicación si parecía lo suficientemente bueno.
Así, Darwin organizó un documento conjunto para ser leído en la siguiente reunión de la Sociedad Linneana, aunque ninguno de los dos pudo asistir. Wallace estaba todavía en Malasia trabajando y Darwin estaba de luto con su mujer por la muerte de su hijo de 19 meses de edad tan solo tres días antes.
El artículo no causó una sensación inmediata; sin embargo, fue aceptado para su publicación en las actas de la sociedad de ese mismo año.