Términos anglosajones como geek, nerd, trekkie o freak se funden en nuestro castellano en una sola palabra: friki. El propio diccionario de la RAE la define como “persona que practica desmesurada y obsesivamente una afición”.
Estos intereses suelen estar relacionados con cómics, videojuegos, ciencia ficción, fantasía y otras expresiones de la cultura popular que muchos ven como rarezas o síntomas de inmadurez.
Pero pesar del tono despectivo con el que algunos usan el término, cada vez son más los que reivindican que esos hobbies son tan normales como cualquier otro y destacan que igual de friki es el que lleva una camiseta de Lobezno como el que viste una de Cristiano Ronaldo, aunque lo segundo tenga mucha mejor prensa.
Por ello cada 25 de mayo, conmemorando el estreno de la primera película de La Guerra de las Galaxias y el Día de la Toalla –que homenajea a Douglas Adams, autor británico de obras de ciencia ficción como la Guía del autoestopista galáctico–, se celebra en España el Día del Orgullo Friki.
Gracias a la idea de un bloguero español, aficionados de todo el país reivindican su condición e intentan desterrar esa imagen peyorativa de ‘niños grandes’ con la que se les ha querido asociar. Una celebración que, con los años, ha traspasado fronteras llegando a México, Estados Unidos o Canadá.
Todo el mundo es friki de algo, y el que no lo sea, que levante su sable láser.