Santiago Ramón y Cajal (1852-1934) fue una de las más grandes mentes científicas de nuestro país y uno de los primeros premios Nobel españoles.
Médico, investigador, humanista y aficionado a la fotografía, este aragonés pasó por Cuba como capitán médico durante la Guerra de los Diez Años, antes de volver a España y comenzar su actividad investigadora.
Como profesor, ocupó cátedras en la Facultad de Medicina de Valencia y de la Universidad de Barcelona. Fue allí, en la ciudad condal, donde comenzó a desarrollar su teoría basada en que el tejido neuronal está formado por células nerviosas individuales.
La aceptación de esta Doctrina de la neurona por la comunidad científica se ratificó gracias a la aplicación de las técnicas del italiano Camilo Golgi con el que, en 1906, compartió el premio Nobel de Medicina y Fisiología, en reconocimiento a sus aportaciones a la neurociencia. Un premio que, cuentan, no creyó que había ganado hasta no leerlo al día siguiente en los periódicos.
En 1901, ya establecido en Madrid, los múltiples premios internacionales por su trabajo y la presión de la prensa española lograron que el gobierno crease un Laboratorio de Investigaciones Biológicas que dirigió hasta su jubilación en 1922. Es el antecedente del actual Instituto Cajal, referente de la neurociencia española.
La ilustración forma parte de la muestra 'Libros inmortales, instrumentos esenciales', recogida en esta fotogalería.
‘Textura del sistema nervioso del hombre y los vertebrados’ de Santiago Ramón y Cajal (1852-1934). El origen de la neurociencia y obra cumbre de la ciencia española. / © MUNCYT