La nave espacial israelí Beresheet, una misión de la empresa SpaceIL y el grupo estatal Industrias Aeroespaciales de Israel (IAI), no ha conseguido aterrizar con éxito este jueves en la Luna como estaba previsto.
Finalmente la sonda chocó contra la superficie lunar y se interrumpieron las comunicaciones, según han reconocido los responsables de la misión, que comenzó en 2011 como parte del Premio Google Lunar X y cuyos objetivos actuales eran testar este demostrador tecnológico, tomar fotografías y realizar varios experimentos.
La nave despegó el pasado 22 de febrero desde Cabo Cañaveral (Florida, EE UU) en un cohete Falcon 9 de la también empresa privada SpaceX.
Tras EE UU, Rusia y China, Israel pretendía ser el cuarto país que operaba una nave en nuestro satélite. La palabra Beresheet significa ‘en un principio’ en hebreo, un comienzo que también se puede aplicar para este arranque de las misiones lunares de Israel.