La Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) y la Asociación para la Vida Independiente, formada por MUTUAM y Mutual Médica, han impulsado la creación del Centro de Vida Independiente con el objetivo de mejorar la autonomía y la calidad de vida de las personas en situación de dependencia o discapacidad promoviendo el uso y el desarrollo de nuevas tecnologías y ayudas técnicas.
El Centro de Vida Independiente (CVI), impulsado por MUTUAM y Mutual Médica, es un nuevo espacio creado para ofrecer una asistencia integral a personas con discapacidad y a personas mayores. Para conseguirlo, el Centro reproduce una vivienda real totalmente accesible y domotizada, donde los usuarios podrán tener acceso a las ayudas técnicas y tecnológicas más avanzadas y en el que un equipo multidisciplinar realizará un diagnóstico personalizado de los elementos más adecuados para minimizar la dependencia de las personas, con la ayuda de los investigadores de la UPC.
Para ello, la Universidad dispondrá de un laboratorio de investigación en el Centro, en el que, a través de la Cátedra de Accesibilidad de la UPC, los investigadores de la Politécnica podrán adaptar los elementos a las necesidades particulares de los usuarios, validar prototipos y nuevas tecnologías desarrollados en la Politécnica para facilitar las actividades cotidianas y, a partir de necesidades detectadas, iniciar nuevos proyectos de investigación.
También se han estudiado las últimas tecnologías para acondicionar este espacio como una vivienda digital accesible, es decir, para aumentar la independencia de las personas con discapacidades y/o mayores. Este laboratorio permitirá que el Centro de Vida Independiente sea un referente en investigación, desarrollo e innovación, así como en la validación de productos de apoyo y la tecnología aplicada a las personas dependientes.
En Cataluña, actualmente hay unas 322.000 personas dependientes, de las cuales 210.000 son mayores de 65 años. A este dato hay que añadir que el número de personas con discapacidad llega a las 357.000. El Centro, gestionado por la Asociación de Vida Independiente (AVI), da respuesta a la necesidad de ofrecer más autonomía e independencia a este colectivo cada vez más numeroso. El uso de tecnologías de asistencia avanzada por parte de profesionales sanitarios en combinación con expertos en tecnología produce grandes resultados para este colectivo de personas, que pueden ver mejorada su autonomía personal y su calidad de vida y les permite permanecer, durante más tiempo, en su domicilio con las adaptaciones necesarias.
Vivienda inteligente
El Centro está formado por tres áreas: el área de vivienda, el área de atención personalizada y el área técnica y de servicios.
El área de vivienda ha sido diseñada con el asesoramiento de la UPC, que ha elaborado un informe descriptivo de las tecnologías que debían estar presentes en ella, así como de la instalación técnica de los equipamientos. Esta área reproduce el entorno de una vivienda real y está formada por un recibidor, un comedor, una cocina, una sala de estar, un dormitorio, una terraza, un baño completo y un lavabo con ducha. Este espacio permite al equipo profesional reproducir con los usuarios todas las actividades y las acciones que se hacen habitualmente en una vivienda, como el descanso, la higiene personal, las tareas de cocina y limpieza, la comunicación, el ocio y el estudio, entre otros. Con la información que se obtiene, el equipo multidisciplinar puede prescribir con más precisión aquellas ayudas técnicas que permitan a la persona aumentar al máximo su autonomía personal.
La vivienda ha sido pensada y diseñada con criterios de accesibilidad, e incorpora todo aquello que facilita la vida de las personas con situación de dependencia o discapacidad. En este marco, las estancias, las puertas y la altura del mobiliario están diseñados para dar solución a las necesidades de los usuarios. Así, por ejemplo, el usuario puede desplazarse en silla de ruedas por el piso sin ningún obstáculo que le impida moverse. Las luces y la apertura de las ventanas y de las puertas pueden controlarse a distancia a través de diferentes tipos de mandos. Incluso la apertura de la puerta de entrada se puede realizar desde el comedor, mediante el mando de la televisión.
Cocina domotizada
La cocina está equipada con electrodomésticos (lavaplatos, frigorífico, placa de inducción, extractor...) que incorporan las últimas novedades en domótica. Los usuarios pueden controlar los aparatos dando órdenes con la voz a través de un dispositivo que se puede llevar como un reloj o a través del teléfono. El extractor de humos se enciende automáticamente al percibir humo al cocinar y aumenta su potencia a medida que se incrementa el calor de la cocina. Además, en caso de escape de gas en la cocina se activa una alarma que abre automáticamente las ventanas de la cocina para ventilar la estancia.
Los reguladores de las encimeras están a la altura de los usuarios, y se accionan tanto electrónicamente como mediante una manivela. Los armarios incorporan un motor que permite al usuario acercarse a la altura de cada estante para que sean accesibles. En la cocina, el usuario también puede probar todos los utensilios y aparatos diseñados para facilitar la manipulación de alimentos y la alimentación autónoma.
Sala de estar y espacio de trabajo
La sala de estar está dividida en dos zonas. Un espacio de trabajo equipado con un ordenador, que se adapta a las necesidades del usuario, y una zona de entretenimiento, en la que se puede ver la televisión. En este espacio, se ha conseguido integrar toda la domótica en un solo mando. Así, a través del mando de la televisión se pueden encender y apagar las luces, subir y bajar las persianas y abrir la puerta de entrada mientras se ve quién ha llamado a la puerta a través de la televisión.
Esta zona también está equipada con mobiliario ergonómico, que ayuda a los usuarios a incorporarse y a estar en una postura óptima para trabajar o para ver la televisión.
Dormitorio y zona de baño
El espacio de descanso de la casa está equipado con una cama de altura regulable para facilitar la incorporación de la persona con discapacidad. Además, esta zona, que al igual que la sala de estar permite que el usuario controle distintas órdenes con un solo mando o incluso con la voz, está conectada directamente con la zona de baño. Ésta reproduce las dos posibles realidades que puede tener el paciente en su casa: un baño completo con bañera y un baño más reducido con ducha y lavabo.
La unión de los dos espacios permite al equipo de profesionales decidir, según la necesidad de cada usuario, cuáles son las mejores propuestas existentes en el mercado para hacer más fácil la higiene personal del paciente y la tarea del cuidador. Por eso, para los pacientes con menos movilidad se ha instalado una grúa automática que cuelga del techo y que recoge al paciente en la cama y lo traslada hasta la bañera.
Una vez recogida toda la información por el equipo del centro a través de las exploraciones y observaciones, se tomará una decisión sobre los productos de apoyo que necesita el usuario. Éstos pueden encontrarse en el mercado (andadores, grúas, sillas de ruedas...), pueden ser creados a medida por el propio equipo profesional del centro (paneles o férulas) o bien pueden ser diseñados y desarrollados a medida por las entidades colaboradoras.