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Entrevista: Sheldon Lee Glashow, Premio Nobel de Física de 1979

“Me sorprende el interés por los temas científicos y tecnológicos de Navarra”

Hablamos con Sheldon Lee Glasgow (Nueva York, 1932), una eminencia en el mundo de la física y que acaba de pasar por Pamplona para participar en el I Encuentro de Científicos y Tecnólogos de Navarra.

En 1979 recibió el Premio Nobel, compartido con Steven Weinberg y Abdus Salam, por su contribución al conocimiento de las fuerzas que existen en el interior de los átomos. Desde entonces y como él mismo reconoce la física ha cambiado mucho; él no ha cejado en su estudio de la física de partículas, aún sabiendo que éste estudio probablemente no tendrá aplicaciones directas en un corto espacio de tiempo; y considera importante ahondar en la divulgación de su particular visión de cómo avanza la ciencia ya que responde a una actitud de responsabilidad y respeto hacia el dinero que la sociedad aporta a los investigadores.

Con todo, sorprende su lado más personal, una persona afable que se define en primer lugar como investigador nato y profesor,- en varias universidades americanas-, dos facetas que según nos explicó “no se pueden separar” y posteriormente como “hombre familiar” al que le gusta disfrutar de sus tres hijos y 5 nietos. Su presencia animó por unos días en los medios de comunicación navarros el debate sobre el modo de avanzar la ciencia en la actualidad y cómo transmitir la información que genera la ciencia y la tecnología a la sociedad

¿Qué valor le da usted al encuentro al que ha sido invitado?

No tengo muchas oportunidades de participar en este tipo de encuentros. Durante los últimos 10 años sí que he formado parte del Jurado en los premios Jaime I, que fomentan la actividad investigadora entre los científicos españoles, he participado en los Campos de Excelencia organizados en Fuerteventura por la Fundación Vitalia y he impartido charlas en ciudades como San Sebastián, Barcelona ó Madrid, sin embargo me llama la atención el interés por los temas científicos y tecnológicos de una región tan pequeña como Navarra.

Es la primera vez que visita Pamplona, ¿conoce algo del panorama investigador y científico de nuestra comunidad?

De Navarra, aunque tengo un buen amigo navarro, el Profeso Calvo, conozco exclusivamente los Sanfermines y sus encierros en los que, por cierto corrió un hijo mío en 1992. En cuanto al panorama investigador, conozco más lo que se está haciendo a nivel nacional y europeo y puedo decir que veo temas muy interesantes. España está demostrando ser muy activa en materia de ciencia y tecnología y esto le lleva a estar presente en importantes líneas de investigación en temas como la cosmología o la astrología con proyectos como el Gran Telescopio Canarias situado en isla de La Palma; o en otros campos, con el Sincotron Alba De Cerdanyola Del Valles; incluso en el gran acelerador europeo de partículas del CERN (Laboratorio Europeo de Física de Partículas), donde físicos, ingenieros y empresas españolas han hecho aportaciones notables al proyecto. De hecho, si tuviese que tomarme un año sabático probablemente me iría a la Universidad Autónoma de Madrid donde se están realizando interesantes estudios en el Departamento de Física.

En su ponencia aboga sobre los dos métodos que hacen avanzar la ciencia: la planificación y la serendepia (azar), ¿con qué idea le gustaría que se quedase el auditorio?

Me gustaría que se quedasen con la idea de que ambas son válidas. De hecho mi discurso está plagado de ejemplos que lo demuestran.

Tan válido es el descubrimiento de la sacarosa que fue descubierto por azar cuando se investigaba un compuesto químico, como la estreptomicina, el segundo antibiótico más importante después de la penicilina, que fue un descubrimiento buscado. Sé que el auditorio estará formado de representantes institucionales y empresariales a los que me gustaría transmitir la idea de que las investigaciones no deben estar tan dirigidas por los intereses gubernamentales o empresariales como suelen estarlo y hay que dejar un espacio a los investigadores para que puedan utilizar su curiosidad, que es gracias a la cual casi siempre se producen los descubrimientos por azar.

Por ejemplo, el descubrimiento de los rayos infrarrojos se produjo por azar. William Herschel colocó termómetros en cada color de la luz para estudiar la luz solar dispersada por un prisma y comprobó que uno de los medidores situados más allá de la parte roja producía más calor. De hay, Johann Ritter razonó que también podría haber luz más allá del azul, siguió investigando y planificando y descubrió los rayos ultravioletas. Otros ejemplos pueden ser los rayos X, que se descubrieron por azar en 1895, aunque después se tardó una década en obtener máquinas capaces de radiografiar.

¿Donde se producen más descubrimientos en la universidad o en los laboratorios industriales?

En las Universidades es más fácil llegar a los descubrimientos por azar que en los laboratorios industriales pero son las compañías industriales las que tienen que tener la mente abierta para ver las posibilidades de los mismos. En todo caso, es la conjunción de ambos sistemas lo que está haciendo avanzar la ciencia y en consecuencia la sociedad. No obstante en el área de la física de partículas, donde yo me muevo, no hay mucho espacio para los descubrimientos accidentales ya que se trata de una ciencia donde hace falta mucho dinero para los experimentos y en las que además participan grandes grupos de físicos.

¿Qué diferencias aprecia usted en el sistema I+D+i de los Estados Unidos y el de Europa? ¿Cree que el sistema americano está más orientado a la empresa y en Europa se ha profundizado más en la ciencia básica?

Tradicionalmente el sistema de investigación americano ha contado con las aportaciones financieras de la industria para el desarrollo de las líneas de investigación. El sistema de investigación tecnológico-científico europeo, por el contrario, no ha tenido esa tradición de contar con laboratorios industriales propios, tipo Bell formados por varios centros de investigación científica y tecnológica y que pertenecen a la empresa estadounidense Lucent Technologies. No obstante, este panorama está cambiando y actualmente tanto el sistema americano como el europeo están funcionando de una forma similar a la hora de buscar financiación que soporte las diferentes investigaciones.

Sin embargo, alguna voces como la de Pedo Miguel Etxenique siguen poniendo a Estados Unidos como modelo de apoyo a los investigadores..

Tan importante como la financiación es saber cómo y en qué gastar el dinero. En este sentido me parece error que en España se vayan a crear un comité por cada comunidad autónoma para decidir en qué proyectos de investigación se va a apostar. Sería importante que hubiese más unificación y que se conociesen las líneas de investigación que se están llevando a cabo a nivel nacional.

¿En época de crisis la inversión en investigación corre peligro?

Desde luego, son tiempos terribles para todos, incluida la investigación. El colisionador de Ginebra, por ejemplo, está esperando financiación para ser reparado.

En un foro le he oído decir que los especialistas en su materia, la física de partículas, no saben realmente el potencial de un gran proyecto como el Gran Colisionador de Hadrones del CERN…

Quiere descubrir qué fue lo que ocurrió para que al comienzo de la historia del universo se rompiera la simetría que debía haber entre las fuerzas electrómagnéticas y las débiles. Se trata de una cuestión experimental que va a relacionarse con otras cuestiones en una amplia gama de temas como si hay más dimensiones que tres o información sobre la energía gravitacional para intentar hacer un agujero negro. Lo más importante es descubrir la rotura de la simetría en el universo para encontrar nuevas partículas, nuevas fuerzas,…en definitiva poder estudiar el mundo y contestar preguntas que nos hacemo.

¿Cómo se puede educar a la sociedad en la ciencia?, ¿se puede cultivar el interés hacia la investigación?

Todo es posible, aunque es más fácil ir de las ciencias a las letras que al revés. No sé cómo se puede estimular el interés por la ciencia. No he tenido éxito ni con mis propios hijos. Sólo sé que cuando yo era pequeño los niños pasábamos mucho tiempo fuera de casa y mostrábamos curiosidad sobre el cielo, las estrellas,…, incluso teníamos cierto interés por personajes relacionados con la ciencia: ¡Marilyn Monroe no escondió su adoración por Einstein! Hoy en día, interesan más los futbolistas.

Fuente: ANAIN
Derechos: Creative Commons
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