Una mutación en la enzima caseína quinasa, que altera los patrones de sueño, también causa cambios en la actividad cerebral, lo que puede desencadenar procesos migrañosos. El hallazgo, publicado en la revista Science Traslational Medicine, podría ayudar en el tratamiento de estos intensos dolores de cabeza.
Un equipo de investigación liderado por expertos de la Universidad de California (EE UU) ha identificado una mutación genética, conocida como caseína quinasa I delta (CKIdelta), que se asocia con una forma típica de la migraña.
Además, el estudio, publicado en la última edición de la revista Science Translational Medicine, revela que la misma mutación se relaciona con los trastornos del sueño.
“La migraña está muy relacionada con el sueño”, explica a SINC Andrew Charles, investigador de la universidad americana y autor principal del artículo. “Por lo tanto, alteraciones en las rutas que regulan el sueño pueden predisponer a las migrañas”, añade.
Para llegar a esta conclusión, los científicos estudiaron a una sola familia con antecedentes de este tipo de dolor de cabeza y observaron que muchos de sus miembros también sufrían el síndrome de adelanto de fase del sueño.
Este trastorno perturba los patrones normales del sueño causando que los pacientes caigan habitualmente dormidos en la tarde (de 18:00 a 20:00 horas) y se despierten antes del amanecer.
Asimismo, los autores buscaron en su base de datos de pacientes y encontraron otra familia en la que las migrañas se asociaban con el mutante de la caseína quinasa.
Luego, los investigadores probaron en ratones si las mutaciones en la caseína quinasa podrían causar migrañas cuando se expresaban en los animales, y encontraron que los roedores con mutaciones caseína quinasa mostraron patrones de actividad cerebral similares a las observadas en los pacientes con migraña.
Según Charles, “no creemos que estos animales puedan tener migraña, pero estudiar estos genes humanos en roedores ayuda a entender su mecanismo”.
Ratones sensibles a la luz
En concreto, los animales aumentaron las ondas de actividad cerebral conocidas como depresión cortical propagada, que se cree responsable de la migraña con aura –migraña precedida por una distorsión en la visión–.
Es más, al igual que los pacientes con este tipo de dolor de cabeza, los animales también eran más sensibles a la luz y el ruido.
Para los autores, el tratamiento de los ratones con medicamentos para la migraña pareció disminuir algunos de estos síntomas. Los resultados sugieren que las mutaciones de caseína quinasa pueden desempeñar un papel en esta enfermedad.
“Entender los genes y rutas moleculares implicadas en la migraña puede ayudar a desarrollar tratamientos genéticos individualizados”, concluye Charles.
Referencia bibliográfica:
K.C. Brennan; J. Zyuzin; A.C. Charles; C.R. Jones; E.A. Bates; W.C. Hallows; Y. Huang; H.-Y. Lee; Y.-H. Fu; L.J. Ptáček; R.E. Shapiro. "Casein Kinase Iδ Mutations in Familial Migraine and Advanced Sleep Phase". Science Traslational Medicine, 1 de mayo de 2013.
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