La ciencia ha reexaminado el tamaño y la estructura del cerebro de distintos dinosaurios, incluido el icónico T. rex. Un equipo internacional de investigadores en paleontología, ciencias del comportamiento y neurobiología ha llegado a la conclusión de que esta criatura tenía la inteligencia de un reptil y no la de un simio, como afirmaban estudios recientes
Bacterias con una dieta basada en plástico ayudan a reducir este material. Un estudio liderado por la Universidad de California (EE UU) lo ha probado incrustando estos microbios al poliuretano termoplástico, lo que ayuda a degradarlo rápidamente después de entrar en contacto con el suelo y la humedad.