La matemática iraní Maryam Mirzakhani, profesora en la Universidad de Stanford (EE UU), se ha convertido en la primera mujer que recibe la medalla Fields, considerada el Nobel de las matemáticas, "por sus avances sobresalientes en las superficies de Riemann y sus espacios modulares". Comparte el galardón con otros tres investigadores, entre ellos el primer latinoamericano que lo obtiene, el francobrasileño Artur Avila, según se ha anunciado hoy durante el Congreso Internacional de Matemáticas en Seúl, Corea.
Durante la apertura del Congreso Internacional de Matemáticas (CIM), que congrega en Seúl (Corea) del 13 al 21 de agosto a 5.000 matemáticos de todo el mundo, se han anunciado los cuatro ganadores de la medalla Fields 2014, entre los que figura por primera vez en la historia una mujer.
Se trata de la investigadora Maryam Mirzakhani (1977, Irán), profesora en la universidad estadounidense de Stanford. El jurado ha reconocido sus "avances sobresalientes en la dinámica y geometría de las superficies de Riemann y sus espacios modulares". También se han roto barreras geográficas: Mirzakhani es la primera persona procedente de Irán que obtiene el galardón.
“Es una grandísima noticia. Las mujeres siguen sin estar lo suficientemente presentes en la investigación matemática, y Mirzakhani es un modelo para atraer a más mujeres a los primeros puestos”. Así lo ha señalado Ingrid Daubechies, actual presidenta de la Unión Matemática Internacional (IMU). Por su parte, Manuel de León, director del Instituto de Ciencias Matemáticas (ICMAT), añade: “Es un hito en la historia de las matemáticas y supone romper con décadas de tabúes”.
Otro de los premiados es el francobrasileño Artur Avila (1979, Brasil), del Institut de Mathématiques de Jussieu-Paris Rive Gauche (CNRS, Francia) y el Instituto Nacional de Matemática Pura y Aplicada (IMPA, Brasil), que también representa al primer latinoamericano que obtiene la medalla y el primero que se ha doctorado fuera de Europa o de EE UU.
Ávila, investigador de 35 años, ha sido seleccionado por “sus profundas contribuciones a la teoría de los sistemas dinámicos, que han cambiado la faz de este campo, utilizando la poderosa idea de la ‘renormalización’ como principio unificador”.
“Creo que estas medallas son importantes para mostrar que las matemáticas son una ciencia viva, en la que se sigue avanzando”, ha declarado hoy Avila en la rueda de prensa posterior a la ceremonia.
Manjul Bhargava , Martin Hairer y Artur Avila. / Wikipedia
Los otros dos galardonados son los profesores Manjul Bhargava (1974, Canadá) de la Universidad de Princeton (EE UU), que ha desarrollado “nuevos y poderosos métodos en geometría de números”, y Martin Hairer (1975, Austria) de la Universidad de Warwick (Reino Unido), un experto en “ecuaciones diferenciales parciales estocásticas”.
La medalla Fields es un galardón instaurado en 1936 que se entrega cada cuatro años durante la celebración del CIM. Premia a un máximo de cuatro matemáticos menores de 40 años por sus descubrimientos sobresalientes. De hecho, los cuatro premiados nacieron en los años 70 del siglo pasado.
El anuncio durante el congreso ha contado con la presencia de Park Geun-hye, presidenta de Corea del Sur; Choi Yanghee, ministro de Ciencia, Tecnologías de la Información y la Comunicación y Planificación de Futuro; Ingrid Daubechies; Hyungju Park, director del ICM 2014; y Martin Groeschel, secretario de IMU.
Otros premios matemáticos
Además, dentro de la ceremonia, se han entregado el Premio Nevanlinna, a las contribuciones de las matemáticas a la sociedad de la información, a Subhash Khot (Instituto Courant de Ciencias Matemáticas de la Universidad de Nueva York, EE.UU.); el Premio Gauss, a las aplicaciones de las matemáticas a otros campos, a Stanley Osher (Universidad de California en los Ángeles, EE.UU.); y la Medalla Chern, a los logros de toda una carrera a Phillip Griffiths (Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Princeton, EE.UU).
El premio Leelavati, a la divulgación matemática, se concederá en la ceremonia de clausura, aunque ya ha sido anunciado el nombre de su ganador: el argentino Adrián Paenza.
La dotación económica de las medallas Fields es modesta (15.000 dólares canadienses, unos 10.000 euros). Su valor, es por tanto, principalmente simbólico. Las medallas, acuñadas en oro, llevan el nombre del matemático canadiense John Charles Fields (1863-1932), su promotor, y se otorgan desde el Congreso Internacional de Matemáticos celebrado en Oslo en 1936.
Las Fields están rodeadas de estrictas reglas. Solo pueden otorgarse como máximo cuatro por ICM –cada cuatro años–, y solo a matemáticos que no hayan cumplido aún los 40 años (a 1 de enero del año del congreso). La razón es que las medallas reconocen un trabajo ya realizado –de hecho una trayectoria investigadora, no un único logro–, pero también pretenden ser un estímulo para futuros desarrollos. Martin Grötschel, secretario de IMU, ha reconocido que el límite de edad es un tema a debate dentro del Comité Ejecutivo de la Unión, aunque por el momento no prevén ningún cambio en este sentido.
Además, es esencial que la identidad de los ganadores se mantenga en secreto hasta el día mismo de la entrega. Cada premiado sí sabe que lo es con varios meses de antelación, pero no conoce a los demás. Sin embargo, este año se ha filtrado anticipadamente la lista de nombres: ayer (a las 18:00, hora de Reino Unido), aparecían en la propia página de la IMU, parece que ser que por un error de la organización. Sí se han mantenido en secreto los miembros del comité que otroga las medallas (a excepción del presidente), hasta la propia ceremonia.
Por su parte, los premios Nevanlinna, Gauss y la Medalla Chern se conceden cada cuatro años con motivo del ICM. El premio Nevanlinna ensalza los avances más destacados en los aspectos matemáticos de la Sociedad de la Información (como ciencias de la computación, lenguajes de programación, criptología, análisis de algoritmos…).
En este caso, el galardonado, Subhash Khot (Instituto Courant de Ciencias Matemáticas de la Universidad de Nueva York, EE UU), de origen indio, recibe el premio no por un gran resultado, si no por una influyente conjetura: la Conjetura de Juegos Únicos de Khot que está relacionada con el problema N versus NP. Pese a que los expertos no han terminado de comprobar su veracidad, no hay duda de su valor en el campo de la complejidad computacional. El comité también subraya que su trabajo "ha conducido a grandes resultados en la teoría de la dificultad de la aproximación así como a nuevas y emocionantes interacciones entre la complejidad computacional, el análisis y la geometría”.
El premio Gauss destaca aquellos progresos matemáticos que más repercusión hayan tenido en el desarrollo de la tecnología y la vida cotidiana. Stanley Osher (Universidad de Los Ángeles en California, EE UU), su último ganador, trabaja en desarrollo de nuevas técnicas numéricas para resolver ecuaciones en derivadas parciales, y sus aplicaciones a diferentes áreas de la ingeniería, la física y el procesado de imagen. Sus ideas se han utilizado en criminología, en el diseño de chips de ordenadores, en la animación de películas y en las mejoras de los escáneres MRI, entre otras cosas.
La medalla Chern se concedió por primera vez en 2010, y reconoce los logros destacados de toda una vida dedicada al estudio de las matemáticas a su más alto nivel. En esta segunda edición se ha concedido a Phillip Griffiths (Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Princeton), por su “desarrollo de métodos revolucionarios y transformadores en geometría compleja, en particular su trabajo seminal en la teoría de Hodge y los periodos de variedades algebraicas”.
Además de su trabajo como investigador, Griffiths ha sido director del Instituto de Estudios Avanzados de Princeton durante más de una década, ha dirigido numerosas tesis doctorales y ha escrito libros de gran influencia en el campo de la geometría algebraica y diferencial. Griffiths ha servido en IMU como Secretario desde 1999 a 2006.