“Estudiar el sistema inmunitario de los roedores es la base para comprender el humano”

Dan Littman es inmunólogo y su trabajo es especialmente reconocido en el campo de estudio de los linfocitos T, unas células importantes para el sistema inmunitario. El profesor de centros como la Universidad de Nueva York e investigador en el Howard Hughes Medical Institute, visitó el pasado viernes el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, CNIO, donde explicó a SINC su actual investigación de las células T y las células dendríticas para luchar contra enfermedades como el sida.

Dan Littman, investigador en el Howard Hughes Medical Institute. Imagen: SINC
Entrevista con Dan Littman, investigador en el Howard Hughes Medical Institute,. Foto: SINC/Olmo Calvo

Dan Littman es inmunólogo y su trabajo es especialmente reconocido en el campo de estudio de los linfocitos T, unas células importantes para el sistema inmunitario. El profesor de centros como la Universidad de Nueva York e investigador en el Howard Hughes Medical Institute, visitó el pasado viernes el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, CNIO, donde explicó a SINC su actual investigación de las células T y las células dendríticas para luchar contra enfermedades como el sida.

Parte de su investigación se centra en los conocidos como linfocitos T. ¿Cuál es exactamente su papel en el organismo?

Estos linfocitos son imprescindibles para protegernos contra las bacterias y, especialmente, contra los virus. En los últimos dos años ha quedado claro que estas células son necesarias para restringir el crecimiento del cáncer, ya que son críticas en muchos tipos de tumores.

Actualmente estas investigaciones son unas de las más activas para el diseño de terapias.

En su conferencia ha tratado, además, la importancia de las células dendríticas. ¿Por qué son tan importantes?

Las células dendríticas alertan a los linfocitos T de que hay una señal de peligro o un microbio o amenaza para el organismo. En ese caso, lo que hacen es coger a los virus y presentarlos a las células T, para que estas puedan activarse y matar a las células infectadas.

Por lo tanto, ¿podría decirse que las células o linfocitos T y las células dendríticas trabajan en equipo?

Efectivamente. En nuestro caso, la investigación que realizamos nos sirve para observar las células dendríticas de nuestro intestino. Estas están implicadas en crear una barrera entre nuestro cuerpo, el sistema inmunitario y los billones de bacterias que pueblan el intestino. Las células dendríticas proporcionan señales que permiten a los linfocitos T protegernos de los virus.

El avance hacia una posible vacuna contra el VIH en humanos es otra de las vertientes de su trabajo en relación con las células dendríticas. ¿En qué consiste exactamente este ámbito de estudio?

En el caso del VIH, se trata de un virus que no es detectado por las células dendríticas. Es decir, cuenta con un mecanismo que las evita. Por eso, estamos intentando engañar al virus para que vaya hacia estas células y que, de este modo, estas activen los linfocitos T y maten al virus.

¿En qué fase se encuentra esta investigación sobre dianas terapéuticas contra el VIH?

Estamos tratando de entender cómo conseguir que las células dendríticas emitan respuestas contra el sida. Ahora empleamos un modelo en ratones para estudiar, en vivo, el rol de estas células en cuanto a la infección causada por el virus, a su origen y su desarrollo.

Y en humanos, ¿cuándo será posible empezar a aplicar estos conocimientos?

Actualmente existen modelos con ratones en los que es posible sustituir el sistema inmunitario de estos con el de los humanos, por lo que estos animales son muy importantes. El estudio del sistema inmunitario de los roedores es la base para comprender el del ser humano.

Gracias a los ratones, podemos probar varias posibles ideas sobre vacunas que podrían, a la larga, aplicarse a personas. Ya existen modelos conocidos como “roedores humanizados”, en los que es posible estudiar y probar vacunas reales, que en un futuro serán aptas para humanos. Sin embargo, por el momento es muy difícil estudiar estas posibilidades en personas o en primates no humanos.

Fuente: SINC
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