Investigadores de la Universidad Pública de Navarra plantean sustituir el metanol por el etanol para la producción de biodiésel mediante diversos avances, como el desarrollo de un nuevo compuesto en los catalizadores. Las propuestas pueden ayudar a reducir los costes y el impacto ambiental asociado a la generación de este biocombustible.
Investigadores de la Universidad de Sevilla han descubierto un catalizador que convierte el dióxido de carbono en un combustible, el metanol. Además actúa 87 veces más rápido que el que se emplea de manera habitual en el sector industrial.
Un informe europeo, en el que han participado investigadores de Tecnalia, concluye que puede ser rentable convertir dióxido de carbono en metanol para emplearlo en los medios de transporte, aunque todavía haya que investigar cúal es la mejor técnica. Sería una forma de transformar un gas de efecto invernadero en un combustible alternativo al petróleo.
Científicos del ICIQ en Tarragona reciclan por primera vez en un solo paso el 95% de dióxido de carbono transformándolo en metanol, un excelente combustible y un producto muy utilizado en la industria química.
Investigadores de la Universidad Complutense de Madrid han localizado el ‘centro activo’ de un tipo de oxidación de metanol. La reacción, que se efectúa sobre superficies de rutenio, puede ayudar en la fabricación de pilas de combustible.
Un equipo de investigadores de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) ha desarrollado un método para determinar la composición química de líquidos sospechosos de ser explosivos que confisca la policía. Algunas de las muestras analizadas contenían sustancias peligrosas para la salud, como el metanol y el ácido bórico.
Investigadores de la Universidad de Huelva y de la Universidad de Valencia, con la colaboración de científicos franceses, han logrado convertir el metano en otro producto, el propionato de etilo, en condiciones relativamente normales. El avance supone un punto de partida en el empleo del metano como materia prima para la industria química.
El metano, un gas de efecto invernadero 20 veces más potente que el dióxido de carbono, es un hidrocarburo que se produce durante la descomposición de la materia orgánica, y un componente fundamental del gas natural. Por ahora “sólo sabemos quemarlo – afirma el catedrático de Química Inorgánica de la Universidad de Sevilla Ernesto Carmona- pero si se pudiera convertir en metanol, que es un producto básico para la industria química, supondría un beneficio extraordinario”.
Las pilas de metanol suponen una alternativa eficaz y sostenible a los combustibles fósiles, pero aún no resultan rentables económicamente. Sin embargo, el químico de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) José E. Barranco ha desarrollado en su tesis doctoral nuevos materiales que permiten fabricar pilas de metanol más baratas y eficientes.