Investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares han desarrollado, en colaboración con la empresa farmacéutica Ferrer, una polipíldora que previene el riesgo de segundo accidente cardiovascular. El fármaco, aprobado por la UE, ha sido propuesto para formar parte de la lista de medicamentos esenciales de la Organización Mundial de la Salud.
Los pacientes que han superado un infarto requieren un tratamiento que reduzca las posibilidades de un segundo accidente cardiovascular. El riesgo de recaer es de alrededor del 30% de los pacientes, por ello, investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) –en colaboración con la empresa farmacéutica Ferrer– han desarrollado una polipíldora llamada Trinomia que reduce "la probabilidad de reinfarto en dos tercios”, aseguró en rueda de prensa el director general del CNIC, Valentín Fuster.
El medicamento, aprobado por la UE y por la Agencia Española del Medicamento, incluye tres principios activos: ácido acetilsalicílico, para evitar la formación de trombos; artovastatina, para controlar los niveles de colesterol y para estabilizar la placa de ateroma; y rampiril, un antihipertensivo que evita el remodelado del corazón que se produce tras un infarto.
Por ahora, Trinomia se comercializará en 15 países europeos "y está previsto que se comercialice en otros 90 en un plazo de 4 años”, indicó Jordi Ramentol, CEO de Ferrer, quien señaló que, en España, el precio del tratamiento mensual con este fármaco rondará los 10 euros.
“Está ya implantado en países de Latinoamérica, como Argentina y México. Prevemos que en 2016 llegará a países de Asia y va a comercializarse en Egipto, que tiene una alta incidencia de accidentes cardiovasculares, a un precio adecuado a su economía”, añadió Fuster, que insistió además en el carácter social de esta inversión.
Presentación en España de la primera polipíldora de Europa en prevención secundaria cardiovascular, con Valentín Fuster, Carmen Vela y Jordi Ramentol en el CNIC.
Las principales ventajas de este fármaco son, según ambas partes, la mejora en la adherencia al tratamiento, es decir, a las personas les cuesta menos tomar tres compuestos en una sola cápsula que tomarlos por separado. A esto hay que sumarle la reducción de costes, "el mayor en la comercialización de los medicamentos es su distribución, por lo que una única pastilla podría hacer que la píldora llegara a lugares con menores oportunidades económicas”, apuntó el director general del CNIC. Otro de sus beneficios se su accesibilidad en países en vías de desarrollo.
Para demostrar la adherencia del tratamiento se llevó a cabo un ensayo clínico presentado en la Sociedad Europea de Cardiología con pacientes que ya habían sufrido un infarto de miocardio, que mostró un aumento del 22% de adherencia a la polipíldora que a los componentes por separado. El estudio ha sido publicado en la revista Journal of the American College of Cardiology (JACC).
Otro estudio estadounidense llevado a cabo con los clientes de las mayores aseguradoras del país demostró que los pacientes con una mayor adherencia al medicamento reducían significativamente el riesgo de padecer eventos cardiovasculares.
Innovación española
Con el fin de cuantificar la relación coste y eficacia de la píldora, la Comisión Europea financiará el Estudio SECURE, que evaluará los resultados en pacientes de siete países europeos, entre los que se cuenta España, a partir de octubre.
Los promotores del fármaco han solicitado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) la inclusión de Trinomia en su listado de medicamentos esenciales, a lo que la entidad responderá el próximo mes de abril.
Ramentol estima el coste de desarrollo del medicamento en 25 millones de euros. La secretaria de Estado de I+D Carmen Vela, que ha presidido el acto de presentación del fármaco, ha destacado la necesidad de la colaboración público-privada en la ciencia española.