Las diatomeas son algas microscópicas de los sistemas acuáticos. Por su amplia distribución en aguas marinas ydulces, y su situación en la base de la cadena trófica, estas algas son indicadores biológicos de los entornos en los que se encuentran. Conocer la variedad de estas especies es importante para saber el estado de salud de cuencas hidrográficas como la del Duero, que contará en breve con el primer atlas ilustrado de diatomeas, un trabajo de siete años de investigación a cargo del Laboratorio de Diatomología de la Universidad de León (ULE).
Fruto de un convenio específico de colaboración con la Confederación Hidrográfica del Duero, el grupo del área de Ecología del Departamento del Departamento de Biodiversidad y Gestión Ambiental de la ULE ha analizado desde 2004 las diatomeas. Hasta 2009, los científicos realizaron un “extenso muestreo” de los ríos que conforman este sistema hídrico para su posterior análisis en laboratorio de las comunidades que encontraban en el substrato de los ecosistemas acuáticos. Este substrato es conocido técnicamente como 'fitobento'.
Los trabajos del Laboratorio de Diatomología se plasmarán ahora en un manual “de próxima publicación”, informa uno de sus miembros, Saúl Blanco. Las siete campañas biológicas que han realizado los expertos han permitido identificar más de 260.000 individuos en más de 600 muestras, lo que aporta una visión de conjunto de la flora de diatomeas existentes en toda la submeseta norte. En la obra se recogerán las especies más abundantes y ampliamente distribuidas de la cuenca.
El objetivo del manual es ofrecer la información básica para la identificación de esta clase para los técnicos y biólogos encargados de evaluar la calidad biológica de las aguas del Duero y sus ríos tributarios, que configuran la mayor cuenca hidrográfica peninsular (78.952 kilómetros cuadrados corresponden a territorio español y 18.238 a Portugal). El trabajo ha sido financiado íntegramente por la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD).
Amenazas de una diatomea invasora
A la hora de realizar los trabajos para el manual, los científicos han podido encontrar el reverso obscuro de estas especies de algas: las infestaciones masivas de una diatomea invasora, muy nociva para los entornos en los que se asienta. Se trata del moco de roca (Didymosphenia geminata), un alga que crece rápidamente formando alfombras de varios centímetros.
La presencia del moco de roca, de color parduzco y aspecto viscoso, altera todo el ecosistema fluvial, ya que reduce las posibilidades de desarrollo de los invertebrados y esto termina afectando a toda la cadena trófica. Los expertos de la Universidad de León la detectaron por primera vez en Castilla y León en el río Revinuesa (Soria) en 2008 y comprobaron su expansión al Porma (León) y otros ríos de esta provincia y Palencia al año siguiente.
Eloy Bécares, responsable del grupo, apunta que “los altos y atípicos caudales de los ríos esta primavera han impedido comprobar su expansión”. El ser humano, a través de aparejos de pesca y calzado, es el principal responsable de su expansión. El grupo de investigación ha establecido las bases para el diseño de estrategias de control y prevención de la dispersión de esta invasión biológica.
La diatomología: una disciplina en crecimiento
La diatomología es una disciplina en amplio desarrollo en la actualidad. El grupo que lo compone es enormemente diverso, con 100.000 especies y 400 incorporaciones nuevas cada año, lo que atrae la atención de los biólogos. Esta ciencia converge además con otras disciplinas como la Fisiología, la Genética o la Biología evolutiva.
El grupo de expertos además ha trabajado en los últimos años en el establecimiento de las bases científicas para la definición del estado ecológico de los sistemas de agua dulce para la implementación de la Directiva Marco del Agua de la Unión Europea. Esta norma propicia el análisis de las comunidades bióticas de todas las masas de agua mediante el empleo de organismos indicadores.