En Washington se ha inaugurado una exposición dedicada al premio Nobel español Santiago Ramón y Cajal. En uno de los carteles de esta muestra se puede leer: “Cajal fue un pionero que cambió radicalmente la visión sobre las neuronas y el sistema nervioso y está considerado como el padre de la neurociencia moderna”.
La neurociencia estadounidense se ha enamorado de Santiago Ramón y Cajal. Hoy se ha inaugurado a las nueve de la mañana (hora de Washington) la exposición Cajal comes to America (Cajal viene a América), instalada en la sede del Porter Neuroscience Research Center, perteneciente a los Institutos Nacionales de Salud (NIH) y ubicado en Bethesda (Maryland).
El NIH, en colaboración con el Instituto Cajal del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha querido honrar la memoria de Santiago Ramón y Cajal, “el padre de la neurociencia moderna”, con una exposición que incluye ilustraciones de células neuronales originales, según explica la institución en un comunicado.
Las ilustraciones, que el científico de Petilla de Aragón (Navarra) dibujó durante el cambio del siglo XIX al XX, nunca se habían mostrado en Estados Unidos y han sido cedidas por el Instituto Cajal. Según explica a Sinc Juan A. De Carlos, investigador científico en dicho centro del CSIC y coordinador de la exposición, su puesta en marcha le ha costado un año de trabajo, en estrecha colaboración con el personal de NIH.
De Carlos da una valoración “muy positiva” a esta exposición instalada en el Porter Neuroscience Research Center, un “enorme centro de investigación dedicado a la neurociencia”, señala.
Los visitantes son recibidos por una foto mural, casi de tamaño natural, que captura a Cajal “como el ‘artista científico’ que fue en su estudio y laboratorio”.
Invitación de la exposición Cajal viene a América, organziada por el NIH y el Instituto Cajal. / NIH
Preparaciones histológicas
Los organizadores señalan que Cajal fue “el primero en describir el sistema nervioso con exquisito detalle. Encontró que las células individuales, llamadas neuronas más adelante, comprenden típicamente tres estructuras distintas. Además, postuló que estas células funcionan como unidades de procesamiento de información que emplean impulsos eléctricos para comunicarse dentro de redes”.
Para revelar estas estructuras celulares en sus fotografías de tejidos, Cajal empleó varias técnicas, incluida la tinción de plata de cromato, descubierta por Camillo Golgi, con quien compartió el Premio Nobel en 1906.
Aparte de dibujos originales de Cajal, en la exposición también se han instalado unas baldosas en el suelo en las que se pueden ver una serie de fotografías (por transiluminación) de preparaciones histológicas de Cajal, tal y como él las veía en el microscopio.
Préstamo del Instituto Cajal
El Instituto Cajal “ha prestado siete dibujos originales y ficheros en alta resolución de fotos de Cajal y de preparaciones histológicas suyas”, explica De Carlos. “Para el NIH es un honor realizar esta exposición y para nosotros no deja de ser un orgullo el reconocimiento a Cajal y a la neurociencia española”, agrega.
El investigador científico indica que las aportaciones de Cajal son muy conocidas dentro de la neurociencia internacional. “Sin embargo, a pie de calle, me temo que es un gran desconocido”.
La exposición muestra una serie de fotografías de preparaciones histológicas de Cajal, tal y como él las veía en el microscopio. En la imagen, células piramidales del hipocampo. / Juan A. De Carlos/ Instituto Cajal
De Carlos opina que la figura del premio Nobel español “es poco conocida fuera de los niveles académicos en el extranjero. Y, en España, casi lo mismo. Lo que pasa es que no existe un pueblo, por pequeño que sea, que no tenga una plaza o una calle que se llame Santiago Ramón y Cajal. Por eso, su nombre es familiar para todos los españoles, pero desafortunadamente es un gran desconocido”.
Este neurocientífico considera “que todo lo que se haga para dar visibilidad a su figura será una buena cosa, pues todavía nos queda mucho por aprender de él”.
Oportunidades de cooperación
Por su parte, Ricardo Martínez Murillo, vicedirector del Instituto Cajal, que ha asistido a la inauguración de la exposición en Washington, ve en este evento “una oportunidad para aumentar las posibilidades de cooperación científica con los diversos centros que componen el Porter Center for Neuroscience.
“El respeto de los neurocientíficos de EE UU a Cajal es máximo y lo ven como una figura científica universal”. Además –añade– el Instituto Cajal, creado en su honor, “está considerado actualmente como un centro de referencia mundial en neurociencia”.
En el ámbito de la cooperación con EE UU, Martinez Murillo recuerda que en 1998, la NASA realizó una investigación, entre el 17 de abril y el 8 de mayo de ese año, sobre el efecto de la microgravedad en el funcionamiento del sistema nervioso. La misión se denominó Neurolab.
“En esta misión, el trasbordador Columbia –vuelo STS-90– se transformó en un laboratorio espacial. El Instituto Cajal participó en el equipo de tierra denominado Mammalian Developmental Team, particularmente en el estudio del efecto de la situación de microgravedad sobre el desarrollo del sistema motor posnatal”.
El vicedirector del Instituto Cajal cuenta que, durante el desarrollo de ese proyecto científico, “la NASA también rindió homenaje a figura de Cajal exponiendo en el Museo Smithsonian un conjunto de seis dibujos científicos originales del premio Nobel español. Además, en la misión Neurolab, volaron una serie de preparados histológicos de Cajal fuertemente protegidos”.