El terremoto de magnitud 6,2 registrado esta madrugada entre las localidades de Amatrice y Accumoli, en el centro de Italia, ha liberado una energía similar a la explosión de 1.270 toneladas de TNT, según informa el Ilustre Colegio Oficial de Geólogos. El seísmo se ha producido en una de las regiones europeas con mayor riesgo sísmico.
El terremoto, en que el que han fallecido al menos 38 personas, se ha producido a las 3h36 de la madrugada (hora local) con epicentro entre las localidades de Amatrice y Accumoli, dentro de la región del Lazio, en la zona central de Italia. El área afectada se encuentra a tan solo 50 kilómetros de L’Aquila, donde en abril de 2009 se registró un terremoto de magnitud 6,9.
A diferencia de otros seísmos y como señalan desde el Ilustre Colegio Oficial de Geólogos (ICOG), no se han producido terremotos previos que hubieran podido alertar a las autoridades y a la población. "Como ocurrió en L'Aquila, se habría podido al menos avisar y la gente al sentir los sismos por miedo hubiera abandonado los edificios", señala a Sinc Manuel Regueiro, presidente del ICOG.
En este caso, tras el evento ocurrido esta madrugada se están produciendo multitud de réplicas, que seguirán al menos varios días más. "Es lo que suele ocurrir", dice Regueiro, quien no descarta que se produzca una réplica de magnitud similar al sismo de esta noche.
"Lo habitual es que se relaje la tensión con un terremoto grande y luego ya no sean tan grandes, pero si entra a funcionar otra falla distinta, podría producir un terremoto mayor", recalca a Sinc el geólogo. Este terremoto ha causado daños en zonas pobladas en un área de hasta 160 kilómetros a la redonda.
Italia, país europeo con mayor riesgo sísmico
Para valorar la gravedad del seísmo, los geólogos indican que es más práctico utilizar la escala Mercalli de intensidad, que mide de manera cuantitativa los efectos de un terremoto.
Según los primeros informes registrados por el Servicio Geológico de Estados Unidos, el seísmo de esta madrugada habría alcanzado una intensidad de entre VII y VIII en la escala Mercalli, lo que indica daños leves en infraestructuras bien construidas y posibilidad de daños graves en estructuras vulnerables, como es el caso de las construcciones de las poblaciones cercanas al epicentro del seísmo.
“Italia es uno de los países europeos con mayor riesgo sísmico debido a su posición en la convergencia de las placas africana y euroasiática”, sostiene Regueiro. Este geólogo añade que la sismicidad se concentra en la región central y el sureste de Italia, a lo largo de la cresta de los montes Apeninos, aunque también algunas partes de Calabria y del norte de Italia tienen riesgo de terremotos.
Regueiro recuerda que en la actualidad es imposible predecir un terremoto, por lo que confía que en este caso no se repitan los sucesos del seísmo de L’Aquila, que llevó a seis científicos italianos a ser condenados en primera instancia en 2012 por no advertir a la población de la proximidad del movimiento sísmico. Finalmente, los seis científicos fueron absueltos mediante sentencia de un tribunal de apelación en 2014.