El Departamento de Anatomía Patológica de la Universidad de Córdoba ha desarrollado un test diagnóstico en orina de cáncer de vejiga que, como mínimo, tendría las mismas ventajas que los test tradicionales. Se trata de un método menos invasivo y menos costoso que las habituales cistoscopias.
Este nuevo método se realiza mediante el chequeo de proteínas como el factor de crecimiento fibrolástico y la Ciclina D3. En el análisis de orina se miden los niveles de estás proteínas y si su presencia es muy elevada servirían como marcadores para este tipo de tumor.
Este tipo de cáncer es el tercer tumor en los hombres y el séptimo entre las mujeres por lo que los costes de diagnóstico y seguimiento son muy elevados, siendo uno de los cánceres más caros para la sanidad española. El Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba puede llegar a realizar unas 800 cistoscopias al año, la forma habitual de detección. Con este método se pretende evitar las cistoscopias, una prueba invasiva que implica la exploración de la vejiga a través de la uretra y que requiere hospitalización.
Se trata de un Proyecto de Excelencia incentivado por la Consejería de Economía, Innovación y Ciencia con 58.000 euros que, bajo el título Expresión de las Ciclinas D1 y D3 y del receptor 3 del factor de crecimiento fibroplástico y su papel en el diagnóstico del tumor primario o recidivante de vejiga en sedimento urinario engloba los estudios realizados por el Dr. López Beltrán y su equipo para encontrar marcadores efectivos del cáncer de vejiga mediante los análisis de orina.
Las proteínas estudiadas por el equipo del Dr. López Beltrán poseen una sensibilidad diagnóstica y una especificidad muy alta, con niveles muy parecidos a los de las cistoscopias que rondan el 85 % por lo que podría convertirse en una alternativa diagnóstica real y fiable a los métodos habituales.
Hacia la patente
Tras tres años de investigación, el equipo dirigido por el Dr. Antonio López Beltrán ha obtenido resultados que avalan estas proteínas como marcadores tumorales con una fiabilidad muy alta y sin posibilidad de falsos positivos.
Para detectar estas proteínas el equipo investigador ha usado unos "anticuerpos comerciales" pero para poder hacer un proyecto totalmente suyo quieren crear unos anticuerpos propios, patentarlos y así trabajar con un material original en todo momento. Esta búsqueda formaría parte de la segunda fase del proyecto donde se completará el trabajo para así pasar, en 2 ó 3 años, a la fase precomercial, es decir desarrollar una patente y comercializar el método diagnóstico llevándolo a los hospitales.