Científicos españoles han descubierto el mecanismo mediante el cual una proteína regula la expresión de cientos de genes con un papel fundamental en la progresión del cáncer de páncreas, gliomas y, posiblemente, en muchos otros tipos de tumores. El trabajo, publicado en la revista Nature Medicine, concluye que disminuir esta proteína en las células cancerosas reduce el tamaño de los tumores hasta un 80%.
Investigadores españoles han descrito un nuevo mecanismo de reprogramación de la expresión de genes que transforman una célula sana en tumoral. En este estudio, que se publica en Nature Medicine esta semana, los científicos han identificado la proteína CPEB4 como un director de orquesta celular que ‘enciende’ cientos de genes vinculados al crecimiento tumoral.
El trabajo dirigido por los investigadores Raúl Méndez, profesor ICREA del Institut de Recerca Biomèdica (IRB Barcelona) y Pilar Navarro del Instituto de Investigación Hospital del Mar de Barcelona (IMIM), muestra, mediante estudios realizados en ratón con células de tumores de pacientes, que la disminución de los niveles de CPEB4 en las células cancerosas, reduce el tamaño de los tumores hasta un 80%.
“La novedad radica en que no sería sólo la mutación de un gen concreto lo que promovería el crecimiento del tumor, sino la expresión en el sitio incorrecto de una proteína que activa cientos de moléculas mensajeras (mARNs) que llevan la información contenida en los genes para sintetizar las proteínas, sin que estos genes estén mutados”, explica Méndez.
“Esto origina la expresión de multitud de genes ‘normales’ pero en cantidades y en momentos anormales, más propios de las etapas tempranas de desarrollo del embrión que de órganos adultos”, añade el experto .
Este sería el caso del tPA (activador tisular del plasminógeno), “una proteína que normalmente no se encuentra en páncreas sano y que, sin embargo, presenta niveles muy altos en tumores de páncreas”, matizan Elena Ortiz-Zapater y Pilar Navarro, participantes en la investigación.
Sin CEPB4 los tumores se reducen en un 80%
Una conclusión destacada del trabajo es que en los tejidos estudiados, páncreas y cerebro, CPEB4 no se detecta en células normales sino sólo en las tumorales, por lo que su inhibición sería un tratamiento antitumoral muy específico y con muy pocos efectos adversos, “una de las principales limitaciones hoy de muchas de las terapias antitumorales”, explica Navarro, científica especialista en cáncer de páncreas.
Aunque de momento el estudio se limita a dos tipos de tumores, según los científicos coautores, “teniendo en cuenta los efectos observados en los tumores estudiados y el tipo de genes regulados por este mecanismo, es esperable que participe en muchos otros tumores”.
Este trabajo abre una vía para diseñar nuevos tratamientos contra el cáncer, para lo que los investigadores están diseñando y analizando inhibidores de CPEB4 con posible valor terapéutico. “Aunque se necesita mucho trabajo de investigación para identificar moléculas inhibidoras y testarlas en diferentes modelos antes de determinar su potencial clínico y, en su caso, que puedan ser utilizadas en pacientes”, advierten Navarro y Méndez.
En el estudio han participado Francisco X. Real, del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) y Eduardo Eyras, investigador ICREA, ambos del Departamento de Ciencias Experimentales y de la Salud de la UPF; junto a Mar Iglesias y Francesc Alameda, del Servicio de Patología del Hospital del Mar.
Referencia bibliográfica:
Elena Ortiz-Zapater, David Pineda, Neus Martínez-Bosch, Gonzalo Fernández-Miranda, Mar Iglesias, Francesc Alameda, Mireia Moreno, Carolina Eliscovic, Eduardo Eyras, Francisco X. Real, Raúl Méndez and Pilar Navarro. “Key contribution of CPEB4-mediated translational control to cancer progression”.. Nature Medicine (2011) DOI: 10.1038/nm.2540
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