Desarrollan un método de producción de biofertilizantes a partir de microalgas cultivadas en aguas residuales

Investigadores del Departamento de Ingeniería Química de la Universidad de Almería han desarrollado un nuevo método de producción sostenible de biofertilizantes de uso agrícola a través del cultivo de microalgas en aguas residuales. De hecho, el tratamiento de este tipo de vertidos supone un problema tanto para las industrias como para los municipios debido a su alto coste económico y energético

Investigadores del Departamento de Ingeniería Química de la Universidad de Almería / Fundación Descubre
Investigadores del departamento de Ingeniería Química de la Universidad de Almería / Fundación Descubre.

Un equipo de científicos de la Universidad de Almería (UAL) ha desarrollado un nuevo método de producción sostenible de biofertilizantes de uso agrícola a través del cultivo de microalgas en aguas residuales. El tratamiento de este tipo de vertidos supone un problema tanto para las industrias como para los municipios debido a su alto coste económico y energético.

En concreto, los investigadores han hallado la fórmula de optimizar este proceso y para ello se han centrado en el uso de Muriellopsis sp, una microalga capaz de producir grandes cantidades de biomasa que resulta útil en la alimentación de animales o peces de granja. Además, también permite la depuración de este tipo de aguas gracias a su capacidad de consumir como nutrientes aquellas sustancias que aparecen disueltas en estas zonas residuales como contaminantes.

En el artículo, publicado en la revista Applied Microbiology and Biotechnology, el equipo ha demostrado que el cultivo de microalgas en aguas residuales genera grandes cantidades de biomasa y contribuye de forma activa en el proceso de depuración a través de la eliminación de contaminantes como el nitrógeno y el fósforo.

“Las microalgas son capaces de utilizar estas sales presentes en el agua, asimilarlas y emplearlas principalmente en la producción de biofertilizantes. Asimismo, desde el punto de vista económico, este proceso permite una reducción en el coste al disminuir el uso de agua dulce y el de fertilizantes artificiales, que tienen un alto precio”, explica el científico de la UAL José María Fernández Sevilla.

Para llevar a cabo esta investigación el equipo de trabajo se centró, en primer lugar, en la elección de la microalga Muriellopsis sp como especie ‘diana’ debido a su velocidad de crecimiento y a su resistencia a las diferentes temperaturas que pueden existir en este tipo de ambientes residuales.

“A partir de aquí ensayamos con estas microalgas en el laboratorio y en condiciones de cultivo muy similares a las de campo abierto para comprobar si efectivamente cumplían los objetivos de producción de biomasa y eliminación de contaminantes”, sostiene Fernández Sevilla. Y añade: “Los ensayos experimentales fueron exitosos y se desarrollaron en la Estación Experimental de Las Palmerillas de Cajamar (Almería), aprovechando las condiciones óptimas de espacio y recursos que ofrecía este centro”.

Una fuente de energía

“Este tipo de fuente de energía representa aproximadamente un 55% menos del coste en producción, distribución y aplicación respecto al uso de fertilizantes químicos"

Este estudio significa para los investigadores un paso más en el análisis de las microalgas como agentes activos por la obtención de biomasa como medio de producción de biofertilizantes agrícolas y por la depuración de aguas residuales.

“Este tipo de fuente de energía representa aproximadamente un 55% menos del coste en producción, distribución y aplicación respecto al uso de fertilizantes químicos. Además, es una de las mejores formas de mantener sostenible la biología del suelo”, añade el investigador.

En este sentido, el presente estudio ha permitido al equipo de trabajo abrir nuevas líneas de investigación relacionadas con el cultivo de este tipo de microalga en terrenos abiertos. Es decir, los expertos han pasado de utilizar vasos de cultivo de 300 mililitros a otros sistemas de externos que permiten albergar una cantidad mucho mayor de aguas residuales y hacer frente a los diferentes parámetros de temperatura y de luz.

“Parte de este trabajo ya se está desarrollando gracias a la colaboración de la empresa Aqualia, que periódicamente proporciona al equipo investigador cisternas con capacidad de miles de litros de agua residuales para su estudio de campo”, apostilla el experto.

Referencia bibliográfica:

Gómez C, Escudero R, Morales MM, Figueroa FL, Fernández-Sevilla JM, Acién FG. ‘Use of secondary-treated wastewater for the production of Muriellopsis sp." Applied Microbiology and Biotechnology. 97(5):2239-49, 2013. doi: 10.1007/s00253-012-4634-7

Fuente: Fundación Descubre
Derechos: Creative Commons
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