Científicos gallegos publican el primer estudio sobre el ciclo vital de la merluza europea

Investigadores del CSIC en Galicia han estudiado el potencial reproductivo, la ecología larvaria y el crecimiento de la merluza europea. A través de la recogida de muestras en la zona comprendida entre Fisterra y Estaca de Bares, han recabado información útil para diseñar un modelo que asegure la sostenibilidad de la especie.

Científicos gallegos publican el primer estudio sobre el ciclo vital de la merluza europea
La merluza europea es un recurso pesquero de primera magnitud y una de las especies demersales más importantes de los ecosistemas marinos del Atlántico Norte / NOAA

El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), a través del Instituto de Investigaciones Marinas (IIM), ha finalizado el estudio sobre el ciclo vital de la merluza europea (Merluccius merluccius) en Galicia.

La investigación pretende contribuir a mejorar la gestión de la especie y a asegurar una explotación sostenible

La investigación, que pretende contribuir a mejorar la gestión de la especie y a asegurar una explotación sostenible, ha abordado la dinámica poblacional de la merluza en la plataforma gallega de la zona comprendida entre Fisterra y Estaca de Bares.

“La merluza europea es un recurso pesquero de primera magnitud y una de las especies demersales –que viven muy cerca del fondo del mar– más importantes en los ecosistemas marinos del Atlántico Norte. Como está fuertemente explotada, es fundamental asegurar su pesca sostenible”, explica Francisco Saborido Rey, científico del CSIC.

La época de nacimiento, determinante

Tras 15 años en el proyecto, los investigadores han concluido que la merluza pone huevos a lo largo de todo el año, pero con dos épocas principales: a finales del invierno-comienzos de primavera y a comienzos del verano, momentos en los que se han registrado más larvas.

Las larvas de esta especie de merluza abundan en el Golfo Ártabro y Cabo Ortegal

“También hemos observado que las merluzas que más contribuyen al reclutamiento (es decir, a la producción de larvas) son las de 65-75 centímetros; las más pequeñas son poco fecundas, y las mayores son escasas, por lo que su contribución es menor”, apunta Saborido.

Además, los científicos han determinado que las larvas de esta especie de merluza abundan en el Golfo Ártabro y Cabo Ortegal, a 50 y 80 metros de profundidad, y que no todas crecen de la misma manera: las que más lo hacen son las de invierno, al contrario que las de verano.

Otros resultados indican que los factores que más influyen en proceso de producción de huevos hasta que se capturan –lo que se conoce como variabilidad de reclutamiento– es la capacidad de supervivencia de las larvas en los primeros estadios de vida. Esto depende, a su vez, de la época en la que nazcan y de los picos de afloramiento del ecosistema, que proporcionan el alimento.

Nuevos interrogantes

“Surgen ahora nuevas líneas de investigación en torno a cuestiones como si las hembras que se reproducen en invierno son las mismas que en verano, o si por el contario son diferentes”, avanza Saborido.

El proyecto ha contado, además de con la colaboración del IEO y AZTI-Tecnalia, con la de científicos argentinos que han aportado su experiencia con la merluza argentina y en técnicas acústicas para detectar larvas, y han realizado un análisis comparado entre la merluza europea (M. merluccius) de Galicia y la merluza argentina (M. hubbsi) de la Patagonia.

“Pese a que no ha sido posible diferenciar las diferentes especies de peces, los resultados son prometedores y precisan de más estudios para perfeccionar la técnica, que abriría la puerta a estudiar la ecología larvaria de forma más eficiente” concluye Saborido.

Fuente: SINC
Derechos: Creative Commons
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