Algunos corales ya se están adaptando al calentamiento global

La especie de coral Acropora millepora es capaz de transmitir de generación en generación los genes resistentes al calor a través de su ADN. Así lo revela, por primera vez, un equipo internacional de científicos que ha descubierto que algunos de estos organismos se benefician de un proceso evolutivo a través del cual ciertas especies tienen mayor facilidad para adaptarse al calentamiento global.

Algunos corales ya se están adaptando al calentamiento global
Corales del norte de la Gran Barrera de Coral de Asutralia. / Line K Bay, Australian Institute of Marine Science

Los arrecifes de coral están amenazados en todo el mundo por el aumento de la temperatura de la superficie del mar, lo que provoca su blanqueamiento y por tanto su muerte ante la falta de alimento. Sin embargo, algunas especies de coral tienen mayor resistencia a temperaturas elevadas, pero hasta ahora no se conocía la razón.

La resistencia de los corales a la temperatura, que varía en función de la latitud, se transmite de generación en generación

Investigadores estadounidenses y australianos, liderados por la Universidad de Texas en Austin (EE UU), revelan ahora que algunas poblaciones de corales ya cuentan con variantes genéticas que les permiten tolerar las aguas cálidas de los océanos.

Para demostrarlo, el equipo cruzó corales Acropora millepora originarios de la Gran Barrera de Coral australiana, concretamente de dos lugares con una diferencia de cinco grados de latitud entre ellas: la bahía Princesa Carlota y la isla Orfeo.

En el estudio, publicado esta semana en Science, los científicos expusieron durante largos periodos de tiempo a las larvas de coral a temperaturas cada vez más cálidas, y luego analizaron los genes de los individuos que sobrevivieron.

Los resultados demuestran que los corales más tolerantes al calor de la bahía Princesa Carlota –al norte de Australia, con aguas 2 ºC más cálidas– produjeron larvas que eran 10 veces más propensas a sobrevivir a la exposición al calor que las larvas de los corales de la isla Orfeo –más al sur y menos resistentes–.

Los investigadores pudieron así identificar las diferencias en la expresión genética de los corales –que parecía ser hereditaria– y las relacionaron con la resistencia al calor. El trabajo sugiere que la resistencia de los corales a la temperatura, que varía en función de la latitud, se transmite de generación en generación y que las poblaciones remotas de coral no se aclimatan simplemente a sus diferentes entornos.

Intercambiar corales para salvarlos

“Los corales no tienen que esperar a nuevas mutaciones para aparecer. Así que para evitar la extinción de corales podríamos intercambiar algunas poblaciones y extender su ya existente variante genética”, asegura Mikhail Matz, científico en la Universidad de Texas.

El equipo demostró que si los corales de la bahía Princesa Carlota se cruzan con los corales de la isla Orfeo pueden transmitir su resistencia al calor a su descendencia. “Aunque las larvas de coral se pueden mover naturalmente entre océanos, los humanos también podemos contribuir a reubicar corales adultos y reiniciar el proceso”, añade Matz.

“Este hallazgo nos permite entender mejor el potencial de los corales para superar el aumento de la temperatura de los océanos”, concluye Line Bay, coautora e investigadora en el Australian Institute of Marine Science (Australia).

Referencia bibliográfica:

Groves B. Dixon et al. “Genomic determinants of coral heat tolerance across latitudes” Science 348(6242) 25 de junio de 2015

Fuente: SINC
Derechos: Creative Commons
Artículos relacionados