Investigadores de la Universitat Politècnica de València y la Czech University of Life Sciences Prague de la República Checa han obtenido a escala de laboratorio microcápsulas con aceites esenciales de tomillo, canela, orégano y clavo que podrían utilizarse como biopesticidas para luchar contra el hongo Aspergillus Niger.
Los resultados de su trabajo, publicados en el Journal of the Science of Food and Agriculture, sugieren una mejor aplicabilidad de estos aceites esenciales como conservantes naturales.
Según destacan en su estudio los investigadores españoles y checos, los principales componentes de los aceites esenciales son conocidos por sus propiedades antifúngicas, sin embargo, la alta volatilidad de los mismos limita su aplicación como agentes antimicrobianos. Para controlar dicha volatilidad, analizaron el potencial de la encapsulación o cargado en materiales porosos.
En la investigación, los científicos evaluaron la actividad antifúngica in vitro de carvacrol –componente principal del orégano –, cinamaldehído –de la canela –, timol –del tomillo – y eugenol –del clavo–, contra el hongo al cargarlos en el soporte –microcápsula – de sílice mesoporoso MCM-41 y en ciclodextrina. Según las pruebas realizadas, los que mejores propiedades antifúngicas mostraron fueron el carvacrol y timol en el material de sílice mesoporoso MCM-41, en comparación con el compuesto puro del aceite esencial o con los encapsulados en ciclodextrinas.