Un equipo multidisciplinar del Hospital Vall d'Hebrón de Barcelona ha practicado una operación pionera en España que ha permitido caminar a un paciente al que le extirparon un músculo del glúteo, necesario para andar, afectado por un sarcoma sinovial.
En concreto, los especialistas extrajeron el músculo dorsal ancho y lo implantaron en la zona del glúteo para que hiciera la misma función que el dañado.
Una vez extirpado el dorsal ancho, no ha causado secuelas importantes al paciente, ya que puede mover el brazo, aunque, como él mismo reconoce, no puede hacer cosas como trepar por cuerdas o sostener pesos.
La operación, que se practicó hace un año año durante ocho horas, tiene un solo antecedente en el mundo y ha facilitado que el afectado pueda andar tras tres meses de rehabilitación y que un año después sea capaz incluso correr.
Según Roberto Vélez, el cirujano responsable de la intervención, hasta ahora la vía de actuación en estos casos era sustituir el músculo por otros de la zona, sin embargo no tenían la fuerza necesaria para mantener la pelvis estable y permitir al paciente caminar.