La diversidad de las bacterias que habitan el intestino depende de la alimentación y la forma de vida, y afecta al bienestar físico, sobre todo de los ancianos. Son las conclusiones de un estudio sobre la población irlandesa presentado en Dublín ESOF 2012. Sus autores creen que la microbiota es un marcador de la calidad del envejecimiento y se puede mejorar con una dieta adecuada.