Los fósiles hallados en el yacimiento del Cretácico Superior de Lo Hueco (Cuenca) han permitido reconstruir por primera vez la armadura dérmica de los saurópodos titanosaurios –los últimos dinosaurios gigantes– que desarrollaron estas peculiares estructuras poco antes de desaparecer, hace 66 millones de años.
La reconstrucción ha sido realizada por los paleontólogos José Luis Sanz y Daniel Vidal, de la Universidad Autónoma de Madrid, y Francisco Ortega, del Grupo de Biología Evolutiva de la UNED, en un estudio que ha publicado esta semana la revista científica on line PLOS One.
El estudio ha sido posible gracias a la abundancia de fósiles del yacimiento de Lo Hueco, descubierto en 2007 en Fuentes (Cuenca) al realizarse las obras del AVE Madrid-Levante, que contiene una concentración excepcional de restos de dinosaurios entre los que predominan los de saurópodos titanosaurios, el grupo de los animales más grandes que han pisado el planeta.
La imagen ha sido facilitada por el Grupo de Biología Evolutiva de la UNED.