Después de dos semanas de negociaciones, mañana los gobernantes de buena parte del mundo darán a conocer la fracción de responsabilidad que asumen para salvar el clima en la XVII Convención de las Partes (COP17) de Durban. Las posiciones están lejos de encontrarse. China condiciona su compromiso al de los países desarrollados y EEUU y otros países quieren aplazar el acuerdo hasta 2020. Todo ello la misma semana que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recordaba que el cambio climático causa la muerte de 13 millones de personas al año en el mundo.
"La ciencia es clara, es demasiado tarde para esperar", era la consigna que lanzaban hoy un grupo de jóvenes en la cumbre de Durban (Sudáfrica) en referencia a la urgencia de limitación de emisiones de CO2. Pero por lo menos un día más –si no se alarga la jornada hasta la madrugada del sábado – tardaremos en saber el resultado definitivo de las negociaciones de estas dos semanas.
Sobre la mesa, el futuro del Protocolo de Kioto, la financiación del Fondo Verde para el Clima, la posibilidad de un compromiso multilateral paralelo que acabe en otro protocolo o tratado más allá de 2020, y varias incógnitas sobre el posicionamiento de países como EEUU, que hasta hoy tenían una postura muy dura en las negociaciones.
"La Unión Europea pide una hoja de ruta y nosotros lo apoyamos", exclamaba esta mañana Todd Stern, enviado del país norteamericano en Durban, a la vez que negaba tajantemente un bloqueo por parte de su país a las negociaciones. Sin embargo, la posición de EEUU está clara desde el principio, no apoyará ningún documento que excluya de la obligatoriedad de reducción de emisiones a los países emergentes.
En este sentido, Annie Petsonk, del Fondo para la Defensa Medioambiental se hacía esta mañana la misma pregunta que la organización no gubernamental Greenpeace hace unos días: "¿Vamos a seguir con los acuerdos sin EEUU y que se unan cuando estén preparados?
La que sí está preparada para un segundo período de Kioto, siempre y cuando haya un compromiso expreso de los países fuera del Protocolo para la creación de un sistema multilateral es la Unión Europea. "Es un error dar por hecho que la UE va a estar sola [en Kioto] a cambio de nada, sin un sistema multilateral", decía ayer Teresa Ribera, secretaria de Estado de Cambio Climático del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM).
Ribera ha intervenido hoy ante la Asamblea de la Convención de Naciones Unidas sobre Cambio Climático y ha vuelto a recordar la importancia de "un proceso multilateral reforzado capaz de abordar los problemas globales respetando los principios de eficacia, equidad y solidaridad".
Nina Jamal, de la organización no gubernamental IndyAct, que participaba hoy en una rueda de prensa conjunta con varias ONGs sobre el estado de las negociaciones, consideraba la posición de la UE como "ambiciosa" y les instaba a demostrar su liderazgo en esta alternativa de continuar con un segundo período de Kioto.
Por su parte, el grupo africano, que comprende más de 50 países del continente, también ha presentado sus demandas. Entre ellas, llegar a un acuerdo multilateral que respete los principios y provisiones de la Convención Marco de las Naciones Unidas (CMNUCC) y las "ambiciones" que figuran en el Plan de Acción de Bali, así como un segundo período de compromiso posterior a Kioto que incluya los procesos de financiación necesarios para la aplicación de la Convención, incluido el Fondo Verde para el clima, y un programa de trabajo que establezca un mecanismo internacional para las pérdidas y daños del cambio climático en los países en desarrollo.
"Durban debe responder a las necesidades y potencial africano. Estamos hablando con los países desarrollados sobre cómo cumplir con sus responsabilidades históricas para ofrecer un acuerdo climático justo y equitativo para el mundo", explicaba el miércoles Tosi Mpanu Mpanu, negociador del grupo africano.