En 2003, un estudio liderado por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria relacionaba el uso de sónares militares con la muerte de zifios. A raíz de estas investigaciones, el Gobierno español estableció en 2004 una moratoria antisónar que ha dado resultado. Casi un decenio más tarde, los investigadores certifican ahora en Nature la ausencia de varamientos masivos en Canarias.